Tomando una cerveza, se ponen a pensar qué hacen mañana para poder fastidiar». Esta fue la respuesta de uno de los asistentes a la manifestación al grito del lema '¿dónde están los socialistas?'. Pero, ayer, los socialistas no salieron ni después de las cañas. Bueno, sí. El actual concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Vila, Vicent Torres, estuvo presente en la lectura del manifiesto, al final ya del acto, al igual que Carlos Salinas y Carlos Rubio. El que sí estuvo durante todo el recorrido y tuvo que aguantar frases como esas y pitadas frente al Consell fue el también socialista Toni Roldán, que estuvo acompañado por otros rostros políticos como Albert Prats, Marián Suárez, Joan Rubio, Mariví Mengual, Miquel Ramon o Toni Malalt.
El que tuvo más mala suerte fue el conseller de Política Empresarial i d'Activitats, Joan Serra Mayans, a quien la manifestación le sorprendió en su paseo matinal con sus periódicos bajo el brazo. Con una sonrisa pasó el temporal y con otra risa declinó el ofrecimiento de Diego Ruiz de formar parte de la comitiva de apertura del Día del Trabajador.
A Dios (o a quien sea) gracias que aprobaron la revocación del cierre de los dos hoteles de GPS el viernes, si no, se hubiera liado. O no. Porque la verdad que este 1 de Mayo no estuvo caracterizado solo por la falta de participación sino también por los ánimos alicaidos del personal. Hasta el que llevaba el ÚNICO (¿desde cuándo se lleva solo uno?) megáfono de la manifestación estaba afónico.
Aún así, hay que agradecerle que fue el más animado de la jornada, que parecía ser la 'no fiesta' del trabajador. Y así las cosas, en poco más de media hora se 'ventiló' el recorrido de la comparsa del Día Internacional del Trabajador que a pesar de instar a la gente a sumarse al ya tradicional grito 'no nos mires, únete' finalizaron con el mismo éxito. Hasta algún sindicalista se debió escapar para tomar algunas cañas con el gran día que hacía. Pero, ¿con los socialistas?