Antoni Planells Tur, `Planes`, folklorista

Antoni Planells Tur, Toni Planes, (Sant Miquel, 1930) está considerado como uno de los mejores folkloristas de Eivissa. Por su dedicación, promoción y fomento del folklore ibicenco como ballador y sonador, acaba de recibir la Menció d'Honor de Sant Jordi. En 1998 obtuvo el Premi Ramon Llul. Su afición le viene de la adolescencia; y desde la dictadura, al frente del grupo de la Sección Femenina, hasta la democracia, ha recorrido medio mundo con el folklore: estuvo tres meses en Estados Unidos, un mes en Sudamérica y en Bruselas donde tocó las castanyoles frente a la reina Fabiola. Creó el grupo Balansat con el que sigue vinculado e incluso le llaman cuando les falla el sonador. Otra de sus aficiones es la natación que comparte con un grupo de amigos en el puerto de Sant Miquel.

-¿Alguna de sus cuatro hijas ha seguido su afición al ball pagès?
-Todas han bailado. Fuimos tres veces a Perpignan y ellas venían conmigo. Casi toda la familia ha bailado, a mi me dan los premios, pero yo los quiero compartir con todos. Éramos siete hermanos y mis sobrinos también han bailado.

-¿Cómo ha recibido este último galardón, la Menció d'Honor de Sant Jordi?
-Con mucho agradecimiento y lo comparto con todos los que he bailado. Me pareció muy bien, quizás algunos se lo merecen más. Hemos ganado muchos premios fuera y algunos de aquí, no muchos, decían que nos íbamos por el mundo haciendo el ridículo con estos trajes. Ahora, el Institut d'Estudis Eivissencs nos ha dado este premio.

-Ha bailado ante Franco y la reina Fabiola ¿Qué personaje le impactó más?
-La reina Fabiola se ve que era una buena persona, una mujer muy sencilla y disfrutaba mucho del baile. Cantaba con nosotros las canciones españoles y las jotas, se lo pasó muy bien.

-¿Franco cantaba alguna jota?
-No creo que fuera su fuerte cantar. Para algunos fue bueno, pero para otros no tanto. No me puedo quejar de ningún político, ni de izquierdas ni derechas, porque todos me han respetado. El respeto es lo mejor que podíamos hacer en el mundo y no criticarnos sacando todos los trapos sucios porque eso no es bueno.

-¿Qué le diría a los que pensaban que cuando se iba fuera a bailar hacia el ridículo?
-Todos aquellos que criticaban el folklore tienen a sus hijos y nietos bailando. Ha cambiado todo. Hubo unas exposición de fotos de los grupos en la obra social de Sa Nostra y disfruté mucho de ver la cantidad de imágenes. Fue muy agradable y me siento un poco responsable de haber empezado con el primer grupo y ver cómo todo funciona correctamente, que los ayuntamientos y el Consell les apoyan.

-¿Se siguen respetando las tradiciones en Eivissa?
-Antes no había tantos bailes y ahora han añadido más, pero ha sido al ritmo de la música ibicenca para hacer el programa más largo.

-¿Le da entonces el aprobado?
-Sí, sí. Estoy muy satisfecho de ver cómo empezamos de cero y ahora está al cien por cien. Antes se llevaban tres collares de oro y ahora llevan hasta cinco en la emprendada. Era lo que te regalaba el novio o la novia pero ahora no se si encuentras a alguien que regale tanto (risas).

-¿Qué le pareció cuando su hija menor, Tita Planells, le dijo que quería ser actriz?
-De pequeña hacía ball pagès, iba a una academia y tenía mucha afición. Después se presentó a Miss España y eso le ayudó a trabajar. Tiene una hija de cuatro años que es nuestra alegría. Los abuelos queremos tanto a los nietos como a los hijos. Tengo también un nieto de 24 años, hijo de holandés que mide 1,93.

-¿Le parece bien el mestizaje, porque hay cada vez más gente de fuera?
-Sí, cuando el médico atendió a mi hija le dijo que le gustaba que se mezclaban razas porque en Eivissa es uno de los lugares con mayores discapacitados por las bodas entre miembros de la misma familia.

-¿No se perderán las costumbres ibicencas con el mestizaje?
-No, no lo he visto tan bien como ahora. Estoy muy contento de lo que he hecho.

-¿Sigue haciendo juguetes tradicionales?
-He tenido un poco de depresión y no tenía ganas de hacer nada pero espero que ahora con el buen tiempo iré a nadar y me recuperaré. El mar es mejor que las medicinas. Cada año voy a nadar desde mayo hasta mediados se septiembre.

-Ha dejado de bailar, ¿pero sigue tocando los instrumentos?
-Sí, la flauta y el tambor. Viene a aprender el hijo del alcalde de Sant Joan.