Los trabajadores de Grupo Playa Sol (GPS) ratificaron a lo largo de la tarde del jueves y el día de ayer que sufrieron «humillaciones y vejaciones» por parte del empresario Fernando Ferré, según apuntaron fuentes sindicales, que resaltaron que se trataba de «abusos de poder» por parte del empresario.
Al parecer, los trabajadores de GPS confirmaron al fiscal Anticorrupción Pedro Horrach, que se trasladó a Eivissa para escuchar la versión de los empleados, que cobraban 300 euros acordados en contratos irregulares. Asimismo, también explicaron las condiciones laborales en las que se encontraban y la realización de jornadas extenuantes. En este último caso, los testigos indicaron que en temporadas de cinco meses llegaban a librar sólo tres días. Las mismas fuentes apuntaron a este periódico que hasta el mismo fiscal se quedó «sorprendido» ante los relatos de los trabajadores, la mayoría de ellos procedentes de países del Este de Europa, sobre todo de Polonia y de la República Checa.
Se da la circunstancia de que la Fiscalía Anticorrupción emprendió las investigaciones por distintos delitos que motivaron el arresto de Ferré cuando desde la Fiscalía de Eivissa ya estaba en marcha una segunda causa contra el empresario precisamente al considerarse que pudo incurrir en un presunto fraude millonario contra la Seguridad Social con la contratación de personal precisamente procedente de Chequia.