El jefe de división de recursos humanos de AENA en Balears afirmó ayer ante el juez que, antes de que éstos abandonasen de forma masiva sus puestos de trabajo el pasado 3 de diciembre, lo que provocó el cierre del espacio aéreo, uno de ellos le hizo un comentario «jocoso» al decirle que estuvieran preparados ante lo que «podía venir», lo que supone que se refería a las bajas simultáneas que tendrían lugar horas después.
Así lo ha puesto de manifiesto en calidad de testigo ante el titular del Juzgado de Instrucción número 1, Juan Catany, encargado de las investigaciones dirigidas a averiguar si los controladores incurrieron en delito al abandonar sus puestos, lo que achacan al estado de «nerviosismo» en el que se encontraban ese día debido al decreto aprobado por el Gobierno central por el que se modificaban sus condiciones laborales.