El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, asegura que se han "realizado todas las actuaciones legales necesarias para que discotecas, bares y cafés-conciertos cumplan con las normativas municipales. No se ha hecho ninguna excepción, ni con el DC-10, ni con nadie, por lo menos desde 2007, año en el que inicio mi andadura como alcalde".

Así, recordó que en 2007 el club DC 10 fue clausurado por orden de la Delegación del Gobierno por tolerar el consumo y menudeo de drogas en su interior, así como que en 2008 se precinta el local "a raíz de un expediente municipal iniciado en 2007 por sobrepasar el aforo y por realizar una actividad que excedía a su licencia de café concierto, a pesar de los recursos interpuestos por los responsables de la discoteca".

También, a raíz de una denunciada presentada por la Asociación de Bares y Discotecas de Baleares, del 4 de octubre de 2010, se inicia otro expediente sancionador que en estos momentos se encuentra en tramitación.

"Desde el año 2007, hasta ahora mismo, desde el Ayuntamiento, no se ha incumplido legalidad alguna", añadió.

Según el Ayuntamiento de Sant Josep, "el sector del ocio en nuestra isla es importante, tanto por el número de establecimientos, como por la calidad y la capacidad de innovación en la oferta que tiene".

Ante su declaración el próximo 25 de julio, el alcalde de Sant Josep ha señalado que "espero con ganas el día de mi declaración judicial, para reforzar las argumentaciones que ya hemos presentado por escrito. Estamos pendientes de la resolución de un recurso de reposición contra la admisión a trámite de esta querella, por considerarla injusta y falta de razonamientos".