Foto de familia de los primeros clasificados de cada municipio, junto a los onitors d'educació viària y las distintas autoridades en el Parc Infantil de Trànsit | EVA MEDINA

Aunque el sol y el fuerte calor reinante durante toda la mañana de ayer se empeñaron en dar la nota durante la fase final del Programa de Educación Viaria, los verdaderos protagonistas fueron los 60 alumnos de 1º de ESO que participaron en ella.

Todos ellos dieron lo máximo en el Parc Infantil de Trànsit de Santa Gertrudis por quedar los primeros de sus respectivos municipios demostrando por qué son los mejores a través de pruebas teóricas y un circuito y una pista de habilidad, uniformados con sus petos de colores que que indicaban su procedencia.

Una pequeña élite

No en vano, según Toni Suñer, director del Parc, «todos ellos fueron seleccionados por sus respectivos monitores de educación viaria tras quedar los primeros en un concurso puesto en marcha el pasado mes de septiembre por el Consell d'Eivissa y Formentera».

Algo que duró hasta la una de la tarde, momento en el que los distintos monitores de Educación Viaria se retiraron a ver quiénes eran los ganadores. Fueron momentos de nervios, que cada uno calmaba como podía, como Marc o Francisco que bebían agua casi deshidratados o los alumnos de Sant Josep, que con sus petos amarillos jugaban una partida de futbolín.

Finalmente la espera mereció la pena, y los tres primeros de cada municipio fueron subiendo al podium para recoger su premio. Allí les esperaba el conseller en funciones de Política Esportiva i Lleure, Mario Avellaneda; la regidora de Interior del Ayuntamiento de Santa Eulària, María Ferrer; y la regidora de Gobernación de Sant Josep, Paquita Ribas.

El acto en sí fue sencillo pero también muy emotivo, ya que el equipo de Toni Suñer premió también a los monitores de educación viaria y a Mariano Torres, la persona que lleva 17 años trabajando para que todo en el Parc funciones a las mil maravillas.

Además hubo tiempo para que se sorteara una bicicleta entre todos los participantes, y que finalmente tras un sorteo con las manos inocentes de los pequeños Miguel y Laura, fue a parar a Paula, de Sant Josep.