Los niños que protagonizaron la coreografía con el lenguaje de signos posan en la biblioteca del centro junto a Reme | EVA MEDINA

Aunque fueron muchos los alumnos del colegio Sa Graduada de Vila que hicieron su representación durante la fiesta de fin de curso que se vivió ayer por la noche, una fue especialmente emocionante.

Fue la que había preparado un año más Reme, una de las ayudantes de la Asociación de Padres de Alumnos del Centro y que está basada en el lenguaje de signos que usan las personas sordomudas para comunicarse.

La representación ya casi se ha convertido en un clásico, pero no deja de sorprender ver como un grupo de niños de entre 3 y 12 años llevan a cabo sus movimientos bajo las notas de una canción que también ayuda a la emoción: Qué canten los niños, del cantautor José Luis Perales.

Según la propia Reme, con ello «además de enseñar a los niños pequeños a concienciarse de que hay personas con discapacidad que deben de ser tratadas como iguales, también rindo un homenaje a mi hermano Francisco y a todas las personas sordomudas, que se encuentran con muchas barreras».

La actuación del 'grupo de Reme' fue sólo una más de todo lo que se pudo vivir en el patio de Sa Graduada durante toda la tarde. Por allí pasaron bajo el intenso calor que sofocaba a padres y niños por igual, todos los alumnos de los tres cursos de Infantil, todos los de 1º y 2º de Primaria, y otros muchos estudiantes de otros cursos que habían preparados sus propias coreografías para la ocasión.

Además, los padres también se volcaron montando una gran barra improvisada donde se podía comprar desde tartas a empanadas, pasando por palomitas e incluso carne en una pequeña barbacoa. Y todo para recaudar fondos para comprar material especial para psicomotricidad.