Andrés demostró su habilidad con el material reciclado haciendo un dinosaurio que era toda una obra de ingeniería. Junto a él también se vieron palos de lluvia o pistolas de agua. | EVA MEDINA

El campamento en cuestión se llama N.A.N.À, por ser las iniciales de las hijas de Montse Calvo. Y es que esta coordinadora de tiempo libre es el verdadero alma de la iniciativa que este fin de semana está viviendo sus primeros días en el antiguo Convento de las Monjas de Sant Rafel.

Durante estos tres días están participando cerca de 25 niños del colegio Portal Nou, de edades que oscilan entre los cinco y los doce años, y que se están viendo beneficiados por su experiencia en este tipo de iniciativas. No en vano, según Montse, «yo siempre me he criado entre campamentos, he sido monitora y he coordinado actividades de este tipo en Santiago de Compostela o León, y ahora, este año decidí organizarlo en Eivissa, buscando que fuera el único de la Isla que se celebrara únicamente durante el fin de semana».

De momento viendo la sonrisa de los 'coloniales' está siendo todo un éxito ya que se habían previsto juegos y tres talleres muy diferentes entre sí para que cada uno de los niños escogiera el que quisiera.

Así, por ejemplo, en el 'taller de ingenio' Maxi; Andrés; Àaron; Oscar; Jesús; o Carlos demostraban su habilidad con las manos construyendo con material reciclado artilugios como dinosaurios, palos de lluvia o increíbles pistolas de agua.

Mientras, un poco más allá el olor a la buena cocina indicaba donde estaba ubicado el 'taller delicioso'. En él, gracias a la mano experta de Rosana, Asier, Alba, Alejandro, María, Alberto, o Elsa aprendían los trucos para hacer unas magníficas galletas, un bizcocho para 'chuparse los dedos', y jugoso pan, o una refrescante limonada casera.

Pero aún quedaba más, ya que una de las últimas salas de este antiguo convento estaba reservada a artistas del nivel de Clara; Ying Ying; Bing Lei; Karol Natalia; Rosa María; o María Sena. Todas ellas, siguiendo las instrucciones de Nazareth, estaban aprendiendo a hacer pulseras de todo tipo y unos puntos de libro pintados con acuarelas que sorprendían por su calidad.

Y tras ello, también hubo tiempo para otro disfrute porque en este campamento no se para, ya que una fiesta del agua, unos juegos de gymkana por el recinto o una velada especial destinada a los niños, serán sólo algunas de las actividades previstas hasta el domingo hasta las cinco de la tarde.