Baleares es la segunda comunidad autónoma donde más ha descendido el precio medio de la vivienda nueva libre en el primer semestre del año, con un descenso del 6,8 %, solo por debajo de Aragón, con el 8 %, según un informe de la Sociedad de Tasación publicado hoy.

En términos semestrales, los precios en Palma han descendido el 3 %, si bien la mayor caída la ha registrado Manacor con un 3,7 % de descenso.

En Mahón y Ciutadella los precios retrocedieron el 2 % y el 1,8 %, respectivamente, mientras que el descenso fue del 1,1 % en Eivissa.

En cuanto al precio del metro cuadrado, Palma es la ciudad de Baleares más cara a la hora de comprarse una vivienda nueva, con un precio de 2.111 euros por metro cuadrado, seguida de Eivissa con 2.078 y Calviá, con 2.062. En Maó, el metro cuadrado construido se sitúa en los 1.871 euros y en Ciutadella, en 1.869 euros.

El precio medio de la vivienda nueva bajó un 4,7 % en el conjunto del país en el primer semestre del año respecto a un año antes y un 2,3 % frente a diciembre de 2010.

El coste de la vivienda nueva de tipo medio en las capitales de provincia se situó en junio en los 2.419 euros por metro cuadrado construido, con lo que una casa de 90 metros cuadrados equivale a 217.710 euros.

Todas las comunidades autónomas experimentaron retrocesos en el precio de la vivienda y los mayores recortes se registraron en Aragón (8 %), Baleares (6,8 %), Extremadura (6,6 %), Murcia (6,3 %), Cantabria (5,7 %), Andalucía (5,6 %) y La Rioja (5,5 %).

En el caso de las capitales de provincias, el precio de la vivienda nueva aumentó en Pontevedra (0,9 %) y Zamora (0,3 %), mientras que se mantuvo en Palencia y Badajoz y bajó en el resto.

Las capitales de provincias con los precios de vivienda más altos fueron Barcelona (3.720 E/m2), San Sebastián (3.615 E/m2) y Madrid (3.240 E/m2), en tanto que los más bajos estaban en Murcia (1.387 E/m2), Badajoz (1.389 E/m2) y Cáceres (1.405 E/m2).

El estudio pronostica que en los próximos meses se absorberá el importante excedente de vivienda nueva, puesto que existe una demanda potencial, aunque eso dependerá de la situación económica y de las posibilidades de financiación.

La reactivación de los ritmos de venta será «gradual» y «lenta» y vendrá de la mano de la reducción de los precios por parte de los promotores, aunque ello está «íntimamente ligado a su capacidad de soportar su nivel de endeudamiento».

Dada la reducción «drástica» de nuevas promociones, la reactivación del sector estará condicionada por la velocidad de absorción del remanente, algo incierto por la retracción de la demanda por las altas tasas de desempleo, la incertidumbre económica y el endurecimiento de los requerimientos crediticios.