Eivissa y Formentera cuentan con unos 150.000 habitantes, pero en verano la población se triplica y pasa de las 450.000 personas y el consumo medio se sitúa en unos 67 millones de litros al día, frente a los poco más de 25 que se consumen durante el resto del año. El año pasado los días de máximo consumo se situaron a mediados de agosto, según ha informado la empresa concesionaria en nota de prensa.
Para hacer frente a esta demanda y garantizar el mejor servicio cuando llegan los turistas a las islas, se trabaja meses antes en las redes de abastecimiento y saneamiento de agua. En este sentido, desde principios de año se han realizado trabajos de limpieza y desinfección de depósitos, así como de mantenimiento de las instalaciones hidráulicas en general y la revisión de los bombeos del alcantarillado y se ha llevado a cabo la puesta a punto de las captaciones operativas y las de emergencia por si fuera necesario su uso en algún municipio de las islas. Además, Aqualia realiza a lo largo del año más de 25.000 análisis químicos y microbiológicos en los que se controla la calidad del agua.