Aunque no lo parezca por su imagen, Évole se considera un tipo discreto en su vida personal. | Guillermo Romaní

Jordi Évole, más conocido como 'el follonero', y protagonista del programa Salvados de la Sexta, está pasando por primera vez unos días de vacaciones en Formentera con su mujer y su hijo.

Durante estos días se le ha visto durante muchas mañanas desayunando en el Bar Centro, en pleno Sant Francesc, casi siempre pendiente de un ordenador portátil o del teléfono móvil del que le cuesta separarse, ya que, asegura, ha «caído en la trampa de las nuevas tecnologías y de las redes sociales». «No puedo desconectar ni en vacaciones», añade.

Asegura estar sorprendido de su impacto en los medios de la Isla, pero «aunque está pasando mucho tiempo en la pitiusa menor en ningún momento ha comenzado a recopilar material para un posible programa de Salvados sobre ella». Pero, eso sí, asegura que puede hacerse uno muy potente sobre la gran masificación turística porque «en ningún momento me he encontrado con playas en las que estuviéramos solos».

Sobre 'Salvados'

Sobre su programa Salvados, Jordi Évole explica que, «aunque no se lo crean», no es partidario «de dar caña a la gente por el simple ejercicio de dar caña». «Me gusta que los entrevistados también se puedan explicar», sigue.

En este sentido, asegura que él juega con ventaja, porque cuando entrevista a un personaje ha contado con la ayuda de varios guionistas que le han preparado las preguntas mientras que el entrevistado tiene unas décimas de segundo para responder por lo que hay que darle el mérito que merecen.

Y como buen culé reconocido, uno de sus retos en la próxima temporada que se inicia en septiembre es ir a Qatar, «un país y un mundo desconocido que, sin embargo, tiene su publicidad en el mejor equipo de fútbol del mundo, y por eso hay que saber qué hay detrás de esta supuesta monarquía absolutista». Y finalmente, como deseo para la nueva temporada que está a punto de comenzar de su progama asegura con una gran sonrisa que «desea que se anticipen las elecciones generales». «Así me pillarán arrancando la nueva temporada del programa y será un puntazo».

El origen

Jordi Évole recuerda una y mil veces el comienzo de su personaje en televisión. Por entonces era guionista del programa de Andreu Buenafuente y un día, en un ensayo, Javier Corbacho, colaborador habiual del programa comenzó a increpar en broma al presentador, y de esa situación surgió la idea de crear un personaje que hiciera ese papel.

Tanto es así que se contactó con un actor profesional «pero como pedía dinero, Andreu me dijo, Jordi, lo harás tú y gratis, y así fue como comencé a aparecer en la pantalla».

Vida personal

En su vida personal 'el follonero' se considera discreto: «Entre mis amigos siempre hay uno que tiene más morro que yo, es más agudo y hace chistes y gracias mejores, por lo que aunque no te lo creas, suelo pasar bastante desapercibido con ellos».

Otra cosa bien distinta es el papel que representa en la pantalla. Respecto a eso, afirma: «Me he ahorrado mucha pasta en psiquiatras exponiendo mi doble personalidad de esta manera, ya que en mi día a día soy más tímido, mientras que luego en la tele saco el lado más cruel que tengo dentro».

Por eso asegura con una gran sonrisa que por su programa no recuerda si ha tenido que pedir perdón «una vez o nunca». «Lo que sí es cierto es que trabajar para una determinada cadena de televisión te encasilla, aunque seas lo más independiente».

Y finalmente termina asegurando: «Así nos va, ya que incluso a vosotros [los medios de las Pitiüses], en otra escala, también estáis encasillados; que os lo digan a la cara o no es otra cosa, pero seguro que desde fuera también os han puesto el sambenito de rigor».