La retirada de coches en Eivissa, a través de las grúas municipales, se incrementa en los meses de julio y agosto. El número de personas que habita en la isla aumenta considerablemente en los meses más turísticos del verano, lo cual implica un incremento de vehículos y por tanto, de infracciones de tráfico.
Los errores más comunes que cometen los conductores es aparcar en zonas prohibidas, principalmente en zonas de carga y descarga, seguidas de vados y paradas de autobús, según informa Iván Feria Martín, conductor de la grúa municipal. Los conductores alegan que no encuentran un lugar apropiado para dejar el vehículo y que por ello recurren a las zonas prohibidas. Sin embargo, Feria explica que, a medida que avanzan los años, cada vez van retirando menos vehículos. «La gente va aprendiendo, y con la crisis, uno se lo piensa más de una vez antes de aparcar mal», explica.

Infracciones
Las multas pueden variar entre 60 euros, 100 o incluso 200, dependiendo de la gravedad de la infracción, sin contar con el precio de la retirada del vehículo a través de la grúa.
«No sé muy bien qué ocurre en esta isla, pero siempre se llevan muchos coches porque no hay sitio para que aparquemos todos», explica Alen, quien iba a retirar un coche del depósito que había estado aparcado en zona prohibida. Alen explicó que el vehículo pertenecía a un amigo suyo británico, que no comprendía el español y que por ello, no entendió que la zona dónde estacionó el coche era un lugar dónde no se permitía aparcar. «Está bien que las indicaciones estén en español, pero también deberían ponerlas en inglés», alegó Alen.
«No sabría decir si este año la grúa se ha llevado más coches que en los años anteriores, pero sí que puedo asegurar que aquí la grúa funciona muy bien porque la veo cada día patrullando por Playa d'en Bossa, llevándose varios coches» explica Federico Lave, a quien le retiraron la moto porque la encontraron sin matrícula.
«En verano se llevan más coches que en el resto del año porque hay más gente y aparcan en todos sitios» comenta Stefan Grundmann, cuyo coche había sido retirado por conducir sin permiso.
Las cifras respecto a los coches retirados son muy relativas, debido a que la grúa se lleva los vehículos que encuentra que están infringiendo las normas de tráfico, y no a todos aquellos que realmente cometen errores.