El vicepresidente de Economía del Govern Balear, José Ignacio Aguiló, se reunió en Formentera con el presidente del Consell, Jaume Ferrer, y el conseller de Economía i Hisenda, Bartomeu Escandell, para abordar la situación económica de ambas administraciones que no dudaron en calificar de «dramática».
Una situación tan problemática que ayer Escandell ya avanzó que ante la posibilidad «de que entre en riesgo el propio funcionamiento diario del Consell, hemos urgido al Govern a tomar medidas y establecer una calendario de pagos para saber a qué atenernos y seguir funcionando con la máxima normalidad posible». Porque la financiación que el Consell Insular de Formentera recibe del Govern, llega por dos vías, los 25 millones de euros que se aprobaron para la creación y puesta en marcha de la primera institución a repartir en 5 años, de 2008 a 2012, y por transferencia de capital para el funcionamiento del Consell que supone un total de 4,1 millones de euros anuales.
«El problema que tenemos en el Consell -explicó Escandell- es que las certificaciones que debe pagar el Govern, ya las hemos ido pagando y nuestro problema es saber si las cobraremos y cuándo, porque estamos pagando pero con fondos propios y así de las arcas del Consell ya han salido unos 6 millones de euros».

Priorizar pagos
Pero el conseller de Economía va más allá a la hora de completar un panorama sombrío: «La situación apunta que dentro de tres meses podemos tener unas certificaciones globales por un importe de unos 9 millones de euros entre las obras ejecutadas este año y las certificaciones correspondientes al ejercicio anterior».
Por lo que a partir de ahora «hasta que no se clarifique la llegada de fondos por parte del Govern nos veremos obligados a priorizar los pagos porque no podemos asumirlos todos en su conjunto, ya se han pagado entre 5 y 6 millones y en breve para octubre o noviembre la cifra alcanzará los 9 millones de euros». Según el conseller, «estamos asumiendo los pagos a proveedores de inversiones e infraestructuras que corresponden al Govern y lo hacemos con fondos propios pero tenemos recursos limitados y si no nos llegan las partidas procedentes del Govern entraremos en una dinámica que desembocará en problemas graves».
«Diez millones de euros nos desequilibran de manera absoluta -aseguró Bartomeu Escandell-, es un torpedo por debajo de la línea de flotación, no podríamos aguantar el funcionamiento en esa situación de total desequilibrio porque somos un Consell pequeño». Esta cifra supone sobre los 32 millones «más de 31 por ciento del presupuesto, y sin ese dinero hay que ser claros, se hunde el barco».
Según Escandell, Aguiló explicó que estaban pendiente de que el Gobierno Central les apruebe el Plan de Estabilidad, a partir de ese momento el Govern podrá endeudarse y dispondrá de liquidez para afrontar los pagos más urgentes e imprescindibles.