Si la moda en bikinis y bañadores femeninos se define por ser muy atrevida, hoy el turno es para las tendencias playeras masculinas. Si entre las mujeres triunfaba la fantasía, lo exótico y los colores vivos y brillantes; ellos prefieren no destacar en exceso y se apuntan a la regla de la comodidad.
Por eso, en líneas generales, lo que más éxito tiene son los bañadores tipo pantalón corto por encima de las rodillas o que las pasen ligeramente. Los trajes de baño más cortos, similares a los slips, están descartados por su extrema estrechez, lo que los hace resultar incómodos.
Ahora bien, es cierto que las tendencias varían según quién sea protagonista, pues los turistas se muestran algo más atrevidos que los locales que deciden pasar un día de playa. Y entre los extranjeros, los que 'más enseñan' son los italianos, de quienes se suele decir que valoran el físico mucho más que el resto de europeos, por lo que deciden enfundarse bañadores lo más pequeños posibles para lucir el mejor bronceado que puedan.
Y en cuanto a colores, predominan, de lejos, los trajes de baño lisos, sobre todo, en tonos oscuros como negro o azul marino. Ahora bien, entre los jóvenes también es posible encontrar colores claros y vivos, como los naranjas fluorescentes o los verdes eléctricos.
Los estampados, en cambio, siguen una línea parecida a los preferidos por las féminas, aunque desde una perspectiva un tanto más discreta. Así, las flores estilo surfero o hawaiano tienen un papel principal a la hora de decorar los bañadores. Además, las líneas y los cuadros discretos también son bastante recurrentes.
Eso sí, cuando se opta por destacar el dibujo que decora el traje de baño, siempre se preferirá dar un papel secundario al color, pues no conviene destacar en exceso.
Opiniones variadas
Víctor e Isaac, de Eivissa, optan por la simplicidad y lo que más cómodo les resulte. «Siempre compro el primero que veo, pero no quiero que sea soso ni demasiado llamativo», explica Víctor. Para Isaac, lo mejor son los bañadores 'tipo pantalón corto' para no «enseñar mucha pierna y por eso no me gustan los de estilo atleta».
Alejandro, madrileño, tienen más en cuenta la moda del momento. Por eso, lo primero en que se fija es en «la marca» y aunque los colores no le interesan tanto, prefiere «los vistosos como el rosa o el celeste».
Joaquín, gallego residente en Madrid que lleva diez años veraneando en Eivissa, opta por lo clásico: «Si por mí fuese, usaría el modelo antiguo que llevaba incluso un bolsillito muy práctico, pero ya no los fabrican». Por eso se enfunda su bañador «negro y liso, a poder ser» y siempre por debajo de la rodilla».
Carl, de Alemania, y Paul, de Bélgica, se unen a la moda de los colores llamativos como el naranja y de «lo diferente, pero no demasiado extremo», como lo define el alemán, que viste flores en blanco y negro. A Paul le encantan los diseños de Ralph Lauren y por eso tiene «montones de bañadores, siempre largos, no me gustan los cortos».
En cambio, Andrea, italiano, los prefiere cortos, «tipo slip, para que no se me estropee el bronceado» y luce colores vivos como el rojo. Una opinión parecida tiene Ludo, siempre fiel a llevar «poca ropa», aunque los prefiere algo más largos, pero por encima de la rodilla.
De nuevo la moda desconoce límites y los puntos de vista difieren entre sí. Eso sí, en este caso, priman la comodidad y el pasar desapercibido.