La pancreatitis por la que al parecer Ernesto de Hannover, el todavía marido de la princesa Carolina de Mónaco, ingresó de urgencia en la policlínica Nuestra Señora del Rosario de Vila el pasado lunes, realmente es una infección abdominal, según publican varios medios de comunicación nacionales e internacionales. Tras su paso por la UCI, Hannover pasó a planta, a una habitación con balcón donde se le pudo ver ayer «fumando y leyendo un libro», según cuenta una periodista alemana que trabaja para el Bild-Zeitung desde Mallorca. Ese mismo día, numerosos fotógrafos y cámaras de televisión se colocaron en la parte trasera de la clínica desde donde se podía ver el balcón y a Hannover dando paseos y recibiendo la visita de su actual novia.

Con tal de mantener la privacidad del paciente se colocó un biombo para que las cámaras no pudieran captar ni una sola imagen más.

La expectación e incertidumbre, causadas en mayor parte por no recibir ninguna confirmación por parte de la clínica, se mantenían aún ayer, pues a las puertas de este centro se concentraban al menos diez medios de comunicación de ámbito nacional e internacional. «Nadie dice nada. Al parecer le iban a dar el alta hoy [por ayer], pero se ve poco movimiento. También se especula con que iban a emitir un comunicado oficial», explicó un fotógrafo de agencia que prefirió no dar su nombre. Roberto, de Europa Press, lleva dos días haciendo guardia en la puerta de este hospital. «Aquí tenemos que estar porque lo mismo sale a las cuatro de la tarde que a las tres de la mañana, nadie dice nada y eso es un poco desesperante», cuenta mientras se pone las gafas de sol y se coloca de perfil para salir en la foto y que no se le reconozca mucho.

Al ser poca la información, las especulaciones aumentan con el paso de las horas. Así, los comentarios que se oían ayer entre reporteros y redactores iban desde que ya había abandonado la clínica hasta que continuaba hospitalizado porque seguía estando muy mal.

Esta expectación se suma a la curiosidad de los que van a la clínica a visitar familiares:«Tengo un familiar que está ingresado. He venido a verle y he visto que está aquí», explicó una chica que salía del hospital.
Si bien los fotógrafos españoles sí que se prestaron a hablar sobre cómo estaban pasando los días de espera, los alemanes mostraron un notable hermetismo.