Los piojos son un mal habitual que suelen sufrir los niños, en especial, a principios del curso escolar y durante las vacaciones de verano, en campamentos y colonias. Sin embargo, a pesar de las diversas precauciones adoptadas por muchos padres y por los centros docentes, así como la información facilitada por la Conselleria de Salut, la pediculosis continua siendo una preocupación frecuente en muchas familias.
«El problema principal ante el que nos encontramos es que, si en un aula, en la que conviven niños de una forma muy próxima, uno de ellos no hace el tratamiento de la pediculosis, la infestación se vuelve a producir» explica Carmen Sánchez-Contador, Médica de Salud Pública en la Conselleria del Gobierno Balear.
«La vigilancia en el caso de infestación es fundamental. Una vez a la semana se debe revisar bien la cabeza, vigilando en especial la zona de la nuca y las orejas, y comprobando que no haya piojos ni liendres» indica Sánchez-Contador, quien añade «las normas higiénicas básicas también son necesarias para acabar con la pediculosis, como es el lavado de cabello».
La última campaña de prevención y diagnóstico de la pediculosis, realizada por la Conselleria de Salud y por la de Educación hace dos años, especifica que «los piojos en la cabeza no transmiten enfermedades, pero pueden originar la aparición de dermatitis y, en ocasiones, una infección bacteriana secundaria en las lesiones por el picor producido por la reacción a la saliva del parásito cuando pica y succiona la sangre para alimentarse», por ello es tan importante tratar la pediculosis. En dicha campaña se explica a los centros docentes unas normas muy claras en caso de detectar algún alumno con piojos en el aula y se esclarece la información que deberán ofrecer a todas las familias relacionadas con el afectado.