Historias bajo la carpa

Tras veinte años en España, desde donde viaja a Italia o Francia, por nombrar solo algunos de sus destinos, el Circo Roma lleva su gira a Balears. Según explica su representante, José María Canal, ofrecen un «espectáculo pensado por y para entretener al público, bien avalado y protegido por el Ministerio de Cultura». «Consideramos que todos los ibicencos se pueden divertir con él», añade Canal. Y está siendo así, por lo menos a juzgar por las cifras, pues «alrededor de ocho mil personas vieron el espectáculo en es Canar», informa el representante. Y sin ir más lejos, el pasado jueves, en plena inauguración de la carpa en Sant Antoni, el circo tuvo que preparar una actuación extraordinaria a las 23 horas, después de que la exhibición regular de las 20,30 consiguiera pleno completo (1.200 espectadores), dejando a más de mil personas sin entrada.

Objetivos

«Nuestra máxima es ver la cara de satisfacción de un niño», explica Canal. Con un espectáculo que se basa en números muy variados y artistas tan preparados como las hermanas Marialex, una de las pocas parejas femeninas malabaristas, o el domador más joven de Europa, Ricardo Dola, de 17 años. Por no hablar del sorprendente rulista Enrique Romero, de 73 años, que lleva desde los tres actuando bajo la carpa y cuenta con un premio nacional de las artes circenses. Además, payasos, acróbatas o equilibristas no dejan indiferente a nadie y consiguen, justamente, lo que el circo espera: caras de sorpresa entre los más pequeños, que no son capaces de parar de reir ni de aplaudir.

Sin embargo, lograr captar la atención del público no es tarea sencilla. «Somos conscientes de que cada vez es más difícil entretener a los niños, que tienen a su alcance veinte consolas», explica el representante. «Intentamos hacerle ver al niño que este es otro modo de divertirse, una forma de vida y, sobre todo, un entretenimiento sano, que no manche su infancia», añade. Y para lograr este propósito hacen falta muchos meses de preparación previa y organización de los cerca de 50 empleados que trabajan en el circo. «Empezamos a organziar la gira 2011 en septiembre de 2010», explica Canal, «y fue cuando contratamos a los artistas, pensamos el tipo de espectáculo y todo lo demás». Y lo que hace especial a este circo son, precisamente, las dos horas de espectáculo, que demuestran el intenso trabajo por parte de todos los artistas y sus animales, consiguiendo un magnífico show que mezcla momentos de sorpresa, tensión y risas, siempre acompañados de la música e iluminación acordes con cada número.

Sin olvidar nunca que el Circo Roma es una empresa, que se encarga de preparar espectáculos, sus miembros tienen muy claro que su objetivo es «lograr que sea un espectáculo para toda la familia, que vayan todos juntos al circo, desde el niño hasta el abuelo», en palabras de su representante.

Y todavía queda espectáculo para rato en Eivissa, pues tras dejar Sant Antoni, el circo llegará a Eivissa el día 25 de agosto, donde se quedará hasta el 18 de septiembre. La única pega es la imposibilidad de viajar a Formentera. Canal explica que les encantaría, pero que su material ocupa «casi medio kilómetro y no hay barco que pueda llevarlo». A pesar de que han recibido ofertas desde el Consell de Formentera, no creen que pueda garantizarse un transporte suficientemente seguro para cargar con los 45 vehículos que utilizan (entre tráilers, caravanas y coches) ni para los 20 animales, «que son lo más importante».