Consellers del equipo de gobierno, ayer, durante el pleno de la institución. | Marco Torres

El Consell d'Eivissa aprobó ayer por unanimidad destinar 2,5 millones de euros más a la construcción de la carretera de Sant Miquel para financiar el modificado del proyecto aprobado en la anterior legislatura.

Según explicó la consellera de Mobilitat, Pepa Costa, este encarecimiento se debe «a la ralentización de las obras por culpa de encontrar los yacimientos arqueológicos» y también al incremento de las mediciones de aglomerado así como a la reposición de los servicios de teléfono y luz afectados durante los trabajos. «Pero más que nada ha sido que por cada yacimiento que se encontraba se tenían que parar las obras para que la Ciotupha emitiera informe de si se tenía que conservar o no. Ha sido ralentizar lo que ha supuesto un coste para la adjudicataria», destacó.

Durante el pleno, el presidente del Consell, Vicent Serra, aseguró este encarecimiento supone «un desfase presupuestario que no es precisamente el ejemplo de una buena gestión respecto a la construcción de infraestructuras». En respuesta, la consellera Patricia Abascal acusó a Serra de estar «obsesionado con transmitir a la ciudadanía que está todo fatal» y le recordó que el «desfase» se produjo «porque han aparecido unos restos arqueológicos». «Supongo que se intentará conservarlos, ¿o también quiere usted taparlos y hacerlos desaparecer?», preguntó Abascal, quien aseguró «estar orgullosa» del modificado del proyecto.

Aún así, Pepa Costa advirtió que esta nueva partida no incluye la conservación de los hallazgos. «La Ciotupha cuando estaba el anterior gobierno en funciones aprobó la conservación de tres yacimientos. Lo que pasa es que el tipo de conservación y la actuación que se tiene que hacer no está contemplada en este modificado. Es decir, que supondrá otro sobrecoste. Estamos buscando las soluciones más económicas», detalló.

La financiación de esta vía está incluida en el Plan de Carreteras el Gobierno central y en su construcción fue adjudicada a la baja a la compañía Acciona Infraestructuras, por más de 15 millones. Ahora, con este encarecimiento la obra alcanza los 17,9 millones.

Durante las excavaciones arqueológicos descubrieron restos que abarcan desde el siglo II a.C. hasta el siglo III d.C. y la Ciotupha acordó mantener buena parte de los yacimientos así como museizar los hallazgos de la zona de Can Mariano Gabriel donde se excavaron 270 zanjas de cultivo y un hábitat asociado, además de seis silos.

Polémica por el traslado de la universidad a la Comandancia

El Consell dio ayer también el visto bueno a la modificación del proyecto del edificio de la antigua Comandancia, que «por diferentes causas técnicas» se encarece un millón de euros, alcanzando los 7,5 millones. También se retrasa tres meses cuando su finalización estaba prevista para septiembre.

El traslado de la UIB a esta instalación, en vez de a sa Coma, provocó la polémica entre Xico Tarrés y Vicent Serra. Según Tarrés, «la universidad de Eivissa necesita más espacio de lo que puede dar la Comandancia» por ello, pidió que se busquen recursos para rehabilitar sa Coma. En respuesta, Serra aseguró si bien sa Coma tiene espacio, «hoy por hoy estamos muy lejos de conseguir una inversión adecuada que lo convierta en una universidad».