El pasado martes al mediodía el jefe de Protocolo de la Embajada de Arabia Saudí en España, Juan F.Benítez Leiva y la consellera de Medi Ambient de Formentera, Silvia Tur, mantuvieron una reunión a petición saudí, en la que los representantes diplomáticos de dicho país solicitaron formalmente disculpas por los problemas y daños ocasionados por el yate de recreo Turama que había sido alquilado por destacados miembros de la familia real saudí para sus vacaciones.
Tal y como avanzaba ayer este rotativo, la entrevista se produjo a petición de la diplomacia saudí ante la gravedad y repercusión mediática de los destrozos causados en el Parc Natural de ses Salines, concretamente en la zona de Illetes, por el ancla de dicha embarcación que se calcula que en poco más de un día habría arrasado una hectárea de Posidonia oceánica, es decir una superficie similar a la de una campo de fútbol y que según el biólogo marino Manu San Félix, «los destrozos de un ancla tardan, en el mejor de los casos, 300 años en recuperarse».
La escasa información facilitada por el Consell, que se limita a señalar que la reunión fue solicitada por la embajada y a título privado, señala que Benítez Leiva presentó en primer lugar disculpas por lo daños causados por el ancla del Turama en el que se encontraba uno de los sobrinos de la familia real saudí, en segundo lugar manifestó el desconocimiento de que se tratara de una zona especialmente protegida y, finalmente solicitó información sobre el Parc Natural de ses Salines y la legislación relativa al mismo. Todo ello para evitar que en el futuro vuelva a producirse agresiones medio ambientales de tal envergadura.
Como informó ayer Ultima Hora, la consellera Tur declinó hacer cualquier tipo de declaraciones a la espera de poner en conocimiento del presidente del Consell, Jaume Ferrer, que se encontraba en Palma, en el Parlament balear, del contenido de la reunión. El Consell no aclaró si se produjeron ofertas económicas para la recuperación y preservación del entorno, o si simplemente fue una reunión de obligada cortesía.