Javier Pérez, redactor del programa, toma notas detalladas sobre su trabajo en Eivissa.

Hace 40 años del accidente aéreo que se cobró 104 vidas en Ses Roques Altes de Sa Talaia. Desde entonces son muchas las leyendas urbanas y misterios que se ciernen sobre lo ocurrido ese 17 de enero de 1972 y, por extensión, en esa zona de Sant Josep, la zona más alta de la isla con 475 metros.

Javier Pérez, redactor del programa Cuarto Milenio de Iker Jiménez, y su compañero Marcos, cámara, han viajado hasta aquí para intentar averiguar algo más a través de testimonios de vecinos josepins y profesionales especializados en el tema, como Nito Verdera o C.A.T.

Oficialmente, las causas no están claras: «En los cuatro días que llevamos aquí hemos escuchado teorías muy diferentes. Algunos hablan de la niebla densa, un factor que influyó mucho; el piloto pensaba que sobrevolaba el mar y en el último momento cuando el piloto consiguió ver algo se da cuenta de que está casi en los árboles, pero entonces es tarde para remontar», explica Javier, para quien el factor determinante sobre lo que pasó estaría en el altímetro, pero «nunca apareció», precisa. Ayer por la tarde, estos dos profesionales estaban en la zona donde se estrelló el avión para comprobar lo que «transmite» el lugar. «La primera impresión es impactante porque ves la capillla tan grande que sientes un poco lo que pasó», explicó Javier, que por la noche se quedó solo con una cámara para comprobar si lo que le habían contado algunos vecinos era cierto: «Varias personas que no se conocen de nada me han dicho que se quedaron aquí por la noche acampados o haciendo senderismo y escucharon gritos desgarradores», explicó el redactor de este reportaje, que para no perder detalle apunta las horas de conversaciones y grabaciones, que se emitirá el 26 de septiembre. Hasta entonces, el misterio seguirá sin ser desvelado.