Alrededor de unos 1.300 profesores se incorporaron ayer, 1 de septiembre, a los colegios e institutos de Eivissa y Formentera. El número de profesores de Balears que se incorporan a los centros públicos asciende a 11.366 y a los concertados, 4.000. Los alumnos de infantil y primaria empiezan el curso el día 12 y para los de secundaria será el 14.
Según los datos que maneja el sindicato STEI-i, de estas 1.300 plazas, 550 fueron adjudicadas durante el verano, de las que se calcula que un 5 o un 6% de plazas que no se han podido adjudicado porque ha habido renuncias de profesores u otros motivos. CCOO, por su parte, señaló que «aún no se sabe con qué dificultades futuras nos enfrentaremos» ya que se está valorando la carencia de plantillas en los centros y los programas educativos que se han eliminado y, además, hay 730 interinos de Balears a los que no habían llamado el 22 de agosto.
En cuanto a las declaraciones del conseller d'Educació, Rafel Bosch, acerca de que no hay dinero para las nuevas infraestructuras de Es Pratet y del segundo instituto de Santa Eulària, la presidenta de la FAPA, Conchi Romero, se mostró «sorprendida» por este nuevo retraso de Es Pratet. «Estamos reivindicando una cosa constante que es muy evidente y palpable», añadió.
Pere Lomas, del STEI-i, señaló, por su parte, que la noticia «no le ha sorprendido porque sabemos que la Conselleria d'Educació está pelada, no tiene nada y se arregla lo que puede, que es poco». Lomas señaló que «dinero no hay « y puso como ejemplo el caso del instituto de Sa Serra, «que se suponía sencillo como dejarlo listo para empezar allí el curso no lo pueden hacer y tendrán que ir al antiguo Cervantes y al Quartó, a repartirlos donde puedan». «Nos da pena e irrita que en tiempos de bonanza rconómica se ha ido al mínimo o no muy rápido pero ahpora que hay penurias económicas no podemos ir más rápidos. Nos defrauda que en tiempos de bonanza no se haya visto ningún cambio a favor de la educación y en tiempos de problemas económicos consideren que la educación es un agujero negro en el que hay que poner tijeras para arreglar el presupuesto económico; lo ven como un gasto pero es una inversión», enfatiza Lomas.