El Ayuntamiento de Eivissa debe actualmente 22,5 millones de euros a entidades financieras, siete millones a unos 2.000 pequeños proveedores de la Isla, 1,2 millones en expropiaciones de la antigua plaza de toros y tiene pólizas y avales por otros diez millones. En total, más de 40,7 millones de euros de déficit con los que el actual equipo de gobierno «se ha encontrado» y que serán motivo de una auditoría.

El concejal de Economía, Juan Daura, aportó estas cifras ayer en rueda de prensa, y aseguró que esta situación se debe a la «mala gestión» del gobierno de PSOE-ExC, al que acusó de gastar más de lo que ingresaba y de endeudarse «para tapar los agujeros que cada año producía y no en grandes obras». «Menos en el Cetis, que pidieron un préstamo de más de seis millones para pagar un alquiler de 40 años», destacó.

Según Daura, «cabría pensar que este nivel de endeudamiento hubiera servido para llevar al día los pagos de los proveedores, pero no». «Y esto no les impidió exigir a Tesorería el cobro de sus finiquitos antes del día de la toma de posesión. Tendrían miedo que no les pagásemos o pensaban que con la deuda que ellos mismos habrían generado no se les podría pagar», criticó.

Asimismo, como ejemplo de esta «mala gestión» el edil señaló pagos por retrasos de obras en las murallas y del Museo Puget, por 37.000 euros, y gastos por un total de 177.000 euros en expedientes y proyectos para el complejo de aguas de Can Misses y el tanatorio, así como para estudios de tráfico para la estación del Cetis, la contrata del servicio de limpieza y sobre la factura electrónica. También señaló que las obras para cubrir las pistas de pádel de es Viver se iniciaron «sabiendo que el coste superaba el presupuesto» en 70.000 euros.

«Hemos destapado el pastel»

«Le dijeron al contratista que no se preocupara que luego harían una modificación de precio. Al entrar nosotros se ha destapado el pastel y tuvimos que cambiar una partida para poder hacer frente a este pago y no perder la subvención», explicó el edil, quien detalló que era una obra cara porque se habían pedido «materiales carísimos, por lo visto, una madera especial de Bilbao».

«Luego entramos en gastos que no son ilegales pero sí inmorales», destacó el concejal, entre los que incluyó 810.322 euros en viajes entre 2007 y 2010, «comidas en restaurantes de gama alta» y también «un ticket de diez euros de una conocida heladería». En concreto, acusó al edil de PSOE-Pacte Marc Costa como uno de los responsables de las facturas de restaurantes y apuntó que no tienen justificación y que suman cantidades por «200 y 300 euros». «Con la crisis que tenemos no hay que ir a restaurantes de gama alta y, si vas, págalo de tu bolsillo», agregó.

Por otra parte, Daura también recordó que el anterior equipo de gobierno montó la exposición Eivissa, ciutat de present, ciutat de futur «que la junta electoral declaró ilegal» por haberse llevado a cabo en campaña. Por ello, exigió que «el antiguo equipo de gobierno pague el coste», que asciende a 33.000 euros. «La verdad que espero que lo hagan, y si no lo hacen, tomaremos las medidas legales pertinentes», anunció.

Por último, Daura agradeció a los funcionarios «su trabajo, por ser los más perjudicados, bajándoles el sueldo y sin tener agua en algunas dependencias».

En este sentido, detalló que un proveedor de bidones de agua, desde junio, ya no suministra al Consistorio porque hace cinco meses que no cobra, una situación que, destacó, «está en vías de solución». Asimismo, indicó que otra empresa, una de limpieza, también dejó de trabajar con Vila por el mismo motivo.

«No lloramos, no queremos llorar, pero creemos que la ciudadanía tiene derecho a conocer la situación que nos han dejado», concluyó.

Las soluciones que propone Daura

El concejal explicó que las soluciones que propone son «renegociar la deuda con las entidades financieras y los proveedores, rentabilizar las instalaciones propias y eliminar todos los alquileres (ocho) que tenemos y vender activos improductivos», como parkings y locales vacíos. También propone «dar subvenciones para todas las fachadas de Dalt Vila y la Marina» para recuperar con la inversión de las licencias de obra. Además, intentarán vender los aparcamientos ubicados frente a Can Ventosa, para acometer parte de la inversión, 2,1 millones, incluida en el presupuesto 2011.

Costa: «A ver si cuando venga un ministro le llevan a una hamburguesería»

La portavoz de la oposición Lurdes Costa indicó que «efectivamente se han pedido créditos para las inversiones que se han hecho en los últimos doce años» y destacó que las facturas a los proveedores «son de todas las obras contractuales que hay en marcha y que se pagan cuando se terminan, no antes». «A mí lo que me parece casi indecente es que quieran engañar a los ciudadanos porque el Ayuntamiento tiene créditos porque las entidades han confiado en su solvencia para hacer las inversiones», destacó, e indicó que Vila «es una de la entidades más saneadas, no solo de Balears sino de muchas comunidades». Asimismo, apuntó que en los gastos de viajes se incluyen todos los de los artistas «que vienen a actuar» a la Isla y calificó de «chorradas de muy mal gusto» las facturas de los restaurantes porque «a veces cuando venía un director general o conseller se le invitaba a comer». «A ver si cuando venga un ministro le llevan a una hamburguesería», concluyó.