Detrás del Residencial Vista Alegre se ha construido un muro de contención.

La semana que viene se cumplen seis años de las fuertes lluvias torrenciales que provocaron un deslizamiento de tierras en sa Caixota. El resultado fue la destrucción de un bloque de 26 apartamentos (Residencial Vista Alegre) y dos casas. Después de muchas discusiones, este año la junta de compensación de la urbanización aprobó desembolsar dos millones de euros para consolidar las zonas comunes de la urbanización (viales, zonas verdes, etc.). También se han tirado las dos viviendas destruidas, una de ellas del futbolista Iván Helguera. Ahora el mayor escollo está en el Residencial Vista Alegre, ya que sus propietarios no están dispuestos a derribar el edificio hasta que el Ayuntamiento de Sant Josep no les dé una licencia de rehabilitación y tengan la certeza de que pueden construir allí sin peligro.

El Consistorio inició un expediente de ruina para derribar estos restos, pero el abogado de los propietarios, Josep Lluís Ríos, explicó ayer que ya lo han impugnado ante los tribunales. Además, remarcó que los técnicos que les asesoran no ven claro el derribo porque podría suponer el hundimiento de un muro que se ha construido de 80 metros para consolidar el terreno. «No nos sirve lo que diga el Ayuntamiento, nos sirve lo que dice la legislación vigente», indicó Ríos, que asegura que según el PTI y el plan parcial tienen derecho a construir.

«Difícil» construcción

Una opinión que no comparte el concejal de Urbanismo de Sant Josep, Josep Antoni Prats, que recordó que ahora mismo está en vigor la suspensión de licencias en esta zona. «Ya veremos cómo queda una vez se consolide el terreno y si los técnicos piensan que se puede permitir algún tipo de edificación mínima allí», explicó Prats, que indicó que será «difícil» que se pueda construir en esta zona y todo dependerá de lo que digan los informes geológicos. «En cualquier caso lo que no podrá hacerse es un edificio como antes, yo creo que esto todo el mundo lo tiene claro», añadió el regidor, que dice que hay que esperar a ver cómo funciona la consolidación del terreno que se está haciendo ahora. «Al Ayuntamiento le interesa lo que tiene que ser público, que las zonas verdes y los viales estén bien y en buenas condiciones», añadió Prats, que se felicitó porque la zona ya ha quedado muy arreglada, porque se han derribado dos casas en ruinas y solo queda por tirar el Residencial Vista Alegre. Además, se ha avanzado mucho en la consolidación de las zonas comunes. Las obras han estado paradas durante el verano, pero ahora en un par de días se reanudarán. El concejal espera que estos trabajos, también el derribo de Vista Alegre, quede finalizado este invierno. El siguiente paso será recepcionar la urbanización por parte del Ayuntamiento.

Los propietarios no quieren gastar medio millón de euros en el derribo a fondo perdido

El abogado del Residencial Vista Alegre lo tiene claro. Los propietarios del inmueble han desembolsado dinero para las obras de consolidación de la urbanización y no quieren gastar medio millón de euros en derribar el edificio y consolidar el solar si luego no se podrá edificar. «Quieren su apartamento o una solución equivalente, no están pidiendo enriquecerse a costa de nadie», indicó Ríos, que aseguró que no hay ningún seguro que cubra estos daños y que lo que quieren es que se les dé un solar alternativo para construir o que se les deje levantar otra vez las viviendas en el sitio en el que estaban.

«La gente está entristecida por los acontecimientos, seis años después hemos sufrido la pasividad del PP, del PSOE y del Ayuntamiento actual, donde no se sabe quién manda», remarcó el letrado, que recordó que los dueños de los apartamentos son holandeses, sudafricanos, suizos y españoles.

También explicó que las obras de consolidación, que se retomarán en breve, se centrarán ahora en la construcción de drenajes para canalizar las aguas.