Rafael Amargo posa en el Ushüaia Ibiza Beach Hotel.

Su último espectáculo se llama Solo y Amargo pero Rafael Amargo demostró ayer en Eivissa que, de momento, de esas dos cosas, nada de nada.

Aprovechando un paréntesis en su gira, el bailarín, actor y coreógrafo granadino ha decidido regresar tras dos años a uno de sus lugares preferidos: Eivissa.

Un lugar que para él tiene un significado muy especial ya que «un 3 de septiembre de 2003 me casé con Yolanda Jiménez, una de las mujeres más especiales de mi vida, madre de mis hijos y con la que pasé ocho años maravillosos».

Además, asegura que no para de sorprenderle ya que «en ella se ven cosas que superan la ficción y porque tiene rincones increíbles como Es Vedrá o sus calas de aguas cristalinas como Cala Bassa».

Sin embargo, Amargo también se muestra algo crítico con ciertos aspectos de la Isla como la fiesta. «Creo que la cultura de los clubs y las discotecas está muy bien, pero también echo en falta que se apueste más por la cultura del teatro, el cine y la danza», asegura mientras también afirma que «se echan en falta grandes espacios para hacer representaciones». Por todo eso el granadino lanza un guante a las autoridades mostrándose dispuesto a representar su espectáculo Sólo y Amargo antes de los cierres de las discotecas en octubre.

Mientras tanto asegura que aprovechará sus días en la Isla para estudiar ya que tiene por delante «el comienzo del rodaje a finales de octubre en México de una película sobre vampiros de Homero Maturano y el 22 de febrero de 2012 el estreno en la Sala Muntaner de Barcelona de la obra La Habitación de Giovanni».

Además todo esto lo compaginará con la organización de todo lo que rodea al décimo aniversario del espectáculo que le encumbró, Poeta en Nueva York, y de su nueva tarea como DJ «tras debutar la semana pasada en el Bar Boo de Santi Millán en Barcelona y tener bolos previstos las Islas Cíes y en A Coruña junto a Cristian Twin».

En este sentido se considera seguidor de Luciano y Tania Vulcano aunque asegura que «lo hago sobre todo por diversión, y porque, como soy un amante del bolero y de la música con poesía, cuando me canso de pensar busco el 'chunda chunda'».