Fueron muchos los vecinos que acudieron el primer día a buscar productos y coches.

La octava edición de la Fira de Stocks y la decimoprimera del Saló de Vehicles d' Ocasió abrieron ayer por la mañana sus puertas por primera vez de forma conjunta en el recinto ferial de Eivissa.

A la inauguración acudió el presidente del Consell Insular, Vicent Serra, quien mostró su deseo que las dos ferias obtuvieran el éxito de pasadas ediciones, en las que se llegó a registrar la participación de más de 14.000 visitantes.

De momento, y a tenor de lo visto en su primer día, parece que ésto se puede repetir. No en vano fueron muchísimos los vecinos que se acercaron hasta el recinto ferial, y algunos fueron de lo más madrugador, como Joan, que aseguraba que «en cuanto me enteré de que se abría a las once de la mañana pensé en venir cuanto antes para no quedarme sin nada». De igual manera pensaba Mayte, que acudió con su marido Pepe, porque «en esta feria se pueden encontrar productos de primeras marcas a precios realmente bajos, y viendo como está la crisis, es la mejor solución para comprar cosas que normalmente no podemos».

No en vano, hasta el próximo domingo en los más de 80 expositores se puede encontrar de todo, desde ropa y calzado hasta decoración y artículos de buceo. Y todo ello con unos descuentos que, en ocasiones, llegan al noventa por ciento de su precio original.

Por ejemplo, Mariano, de Andrea Zapatería, que acude por segundo año a la feria, ofrece zapatos cuyos precios pasan en ocasiones de los 220 a los 60 euros. Lo mismo sucede con Sara y sus Sabores de Ibiza, donde se vende moda ibicenca y de importación con precios que pasan de 120 a 40 euros, o Margarita, de Bon Aire, que ha traído prendas que valen 200 euros y que ahora tienen un descuento... ¡del 90 por ciento!.

Algo parecido sucede con el Saló de Vehicles que también recibió una gran afluencia de visitantes ya que adjunto a la Fira de Stock ofrece una amplia colección de automóviles de todas las gamas a todos los precios.

Por todo ello, son muchos los vecinos que consideran tanto a la feria como al salón una buena iniciativa para comprar en tiempos de crisis.