Los cinco controladores aéreos de Eivissa que trabajaban cuando repentinamente, y en toda España, el colectivo dejó de trabajar provocando un histórico caos aéreo, han sido llamados a declarar el próximo 18 de octubre.
El caso, que tuvo lugar los días 3 y 4 de diciembre de 2010, cuando mucha gente se desplazaba para disfrutar del puente de la Constitución, es investigado en la isla por el Juzgado de Instrucción número 3 y en él está constituido como acusación particular un grupo de viajeros afectados por la cancelación masiva de vuelos.
Las cancelaciones de los 70 vuelos previstos aquel viernes por la tarde y el sábado en Eivissa afectaron a cerca de 5.700 pasajeros de la isla, aunque sumaron centenares de miles en todos los aeropuertos de España, en casos que se instruyen en cada partido judicial por separado tras así determinarlo la Audiencia Nacional al declararse incompetente.
El caso, aún en fase de investigación judicial, todavía puede sumar nuevas denuncias y personaciones.