Los alumnos de cinco años de L'Urgell iniciaron el curso pasado un proyecto de trabajo que ha seguido este curso que versa sobre la luz solar y eléctrica en el que se construyó la maqueta eléctrica que aparece en la imagen.

Un día de nubes y claros en el aula despertó el interés de los alumnos de infantil y de ahí comenzó su proyecto de la luz en el que se inició el proceso de investigación con búsqueda de material en bibliotecas, a las familias, simulación de un eclipse, fenómenos atmosféricos e incluso una visita a la central eléctrica. El trabajo concluyó con una vistosa maqueta eléctrica en la que hicieron la central eléctrica desde donde parte todo el cableado que llega a las casas de los alumnos en un mapa de Eivissa. Es un proyecto de alumnos de infantil de L'Urgell en el que ellos han tenido su protagonismo y consiguen ser críticos y observadores con todo lo que sucede a su alrededor. Son alumnos que trabajan en proyectos en los centros educativos que apuestan por el material didáctico en las programaciones curriculares de los colegios de Eivissa. Una experiencia que no es novedosa porque hay colegios que empezaron hace 15 años como el L'Urgell gracias a la iniciativa de las maestras de infantil pero va ganando terreno en las aulas. De hecho en muchos de los centros consultados y también la mayoría de Eivissa lo utilizan en el ciclo de infantil y/o asignaturas de primaria.


Una herramienta más
Oficialmente, según los datos de la Dirección General de Ordenación, Innovación y Formación Profesional en Eivissa sólo hay tres centros, CP de Sant Antoni, Torres de Balàfia y S'Olivera, que solo utilizan material didáctico y no usan libros de texto pero la tendencia actual en los proyectos de innovación pedagógica que se están desarrollando es de utilizar los proyectos. «El libro de texto es una herramienta más, se trata de programar y dar el curriculum que prescribe la normativa utilizando otro tipo de herramientas», subraya una portavoz del colegio Can Misses.
El cambio de material a libros lleva un proceso de formación de varios años hasta que los maestros están preparados. «Lo usamos esporádicamente, porque nos estamos formando. No puedes decidirlo de un día para otro porque quedarían muchos cabos sueltos», dice Paulina López, la directora de Portal Nou, centro que alterna libros y proyectos. Vara de Rey también combina libros y proyectos desde hace cuatro cursos. «Es una metodología muy adecuada, el de buscar información, partir siempre de los intereses de los alumnos e implicar a las familias», añade Josefa Gil. Cas Serres también trabaja cada vez con menos libros. «Utilizamos los libros como justa medida pero no como ciencia única», apunta su jefa de estudios, Maria Dolores Pérez.
Los centros que ya utilizan el material sirven de referencia para otros como el caso de Portal Nou o Sant Miquel de Balanzat, este último ha empezado este curso como proyecto piloto, aunque hace años que lleva trabajando en proyectos en asignaturas como conocimiento del medio. «Los libros de texto están muy bien como recurso pero como instrumento diario se nos queda corto», apunta Fina Colomar, jefa de estudios de Sant Miquel.
Los docentes, como la directora del colegio Blanca Dona, Isabel Cardona, coinciden que trabajar en proyectos requiere «un gran esfuerzo y dedicación». Blanca Dona compagina los proyectos en la asignatura de conocimiento del medio con los libros. «Es el triple de trabajo para el profesor, eso sí», apunta la jefa de estudios de S'Olivera, Yolanda Cardona. Marga Ferrer, jefa de estudios de L'Urgell cuando hace 15 años empezaron a trabajar en proyectos, recuerda que «a los profesores en primaria les daba un poco de miedo quitar el libro pero cuando vieron cómo funcionaba fuimos subiendo los cursos», que recuerda que se ha de contar con el respaldo del claustro.
Para Cardona, el trabajo en proyectos «es la vida en en aula, partir de los intereses de los niños y los curriculares, con los contenidos que toca trabajar, buscamos un nexo y un camino común relacionándonos con el mundo en que vivimos». S'Olivera es uno de los colegios que empezó su andadura en 2005 sólo con material didáctico ahondando en lo que puede aportar el niño, que gana protagonismo en la vida en las aulas, ellos son los que deciden.

«No se ha avanzado en cien años»
Ante si es posible reducir el fracaso escolar, Yolanda Cardona asegura que hay cambiar el modelo actual. «No hay una varita mágica para que acabe con el fracaso escolar, lo que está claro es que bien no vamos, porque lo que no puede ser es que la educación no haya avanzado en cien años; en los cursos que hacemos nos ponen como ejemplo que si eres médico y te operan sin anestesia no lo aceptas y en educación se sigue con los libros de texto, las horas magistrales y el profesor es el que sabe».
En junio saldrá la primera promoción de alumnos de primaria de S'Olivera, Cardona piensa que se ha de seguir. «No sabemos lo qué va a pasar, pero no podemos tirar la toalla. Hay niños que les cuesta más y a otros que les va perfecto, pero lo que vivimos es que están más motivados, son niños preguntones que quieren saber mucho y eso es lo que queremos que se mantenga, que no pierdan el interés». En L'Urgell, sin embargo, ya tienen resultados ya que las primeras promociones de alumnos sin libros están en la secundaria. «En el instituto han comentado que los resultados son buenos porque más que aprender contenidos han aprendido estrategias», dice Marga Ferrer, que ha dado el salto al instituto, como profesora.

Los alumnos, los protagonistas de su aprendizaje
El trabajo por proyectos consiste en impartir el curriculum que prescribe la normativa pero a traves de los intereses de los niños y con el maestro como guía. «Los alumnos son los principales protagonistas de sus aprendizajes», subrayan desde L'Urgell. Los niños eligen los temas de trabajo, como el de los piratas de l'Urgell, según sus intereses; construyen los nuevos conocimientos, establecen los objetivos de lo que quieren conocer y aprenden lo que realmente es significativo, como interpretar los mapas , realizar localizacioones geográficas o utilizar una brújula; abren las fuentes de información en su entono, como su familia o los medios de comunicación, comparten, planifican, se responsabilizan, trabajan con herramientas digitales y, en definitiva, da sentido a su aprendizaje.
El cuerpo humano es otro de los temas que despierta más interés en los alumnos, «las información se adapta según el nvel de curso, si se saca la información de Internet se puede leer en sexto pero no en primero; hay que ofrecerlesel máximo de estímulo posible», dice Cardona. Las familias también colaboran: «Si en su familia hay un enfermero traen radiografias o viene un médico a hablarnos del esqueleto, se conecta la escuela con el mundo.