Cinco activistas de Greenpeace tendrán que declarar ante un juez de Eivissa el próximo martes acusados de intromisión en la propiedad privada por entrar en un hotel para colgar una pancarta contra la política medioambiental del fabricante de automóviles Volkswagen, que celebra un convención en la Isla.
Tres ecologistas alemanes y dos británicos accedieron ayer al Hotel Ushuaïa y desplegaron sobre su fachada una pancarta alusiva a las «elevadas emisiones de dióxido carbónico» del nuevo modelo de la marca alemana, Up!, que la empresa presenta estos días a representantes de sus concesionarios en Europa.
Según informó un portavoz de Greenpeace, agentes de policía identificaron a los autores de la protesta, que han sido acusados de intromisión en propiedad privada y responderán por ello ante el juez el día 25 de octubre.
La protesta de ayer forma parte de una campaña que la organización ecologista internacional está llevando a cabo en Eivissa para demandar al mayor fabricante de automóviles de Europa una política más ambiciosa contra las emisiones de CO2 y denunciar que sus nuevos modelos «consumen mucho combustible y contaminan demasiado».
Durante los últimos días, Greenpeace ha difundido su mensaje contra la «falsa política verde de Volkswagen» mediante un paramotor que ha sobrevolado el lugar donde están estacionados los 300 vehículos que la compañía ha desplazado a Eivsisa, ha colocado vallas publicitarias con su denuncia y ha pintado lemas contrarios a la política de la empresa germana sobre la carretera.