El turismo en España vive pese a la crisis su cuarto mejor año, que cerrará previsiblemente con 57 millones de turistas extranjeros y un aumento del 8% del gasto, y cuyos «ingresos superan ya en 1.500 millones los logrados en 2010, un 14% más, por encima de los niveles de 2007 y 2008».

«Estamos algo lejos de los casi 59 millones de turistas que recibimos en 2007 (año récord), pero con un 14% más de ingresos aunque menos pagos», ha asegurado el secretario general de Turismo y Comercio Interior, Joan Mesquida, en una entrevista con Europa Press.

España se ha beneficiado del desvío de turistas desde zonas conflictivas y recibirá tres millones más que en 2010, pero no recuperará el índice de 2007 porque «también tiene turistas prestados a otros países de la zona euro».

«La incertidumbre que percibe el consumidor y la situación que vive Grecia influye negativamente sobre el consumo y pone una perspectiva gris sobre el panorama», advirtió.

No obstante, la recuperación económica en los mercados tradicionales que emiten turismo a España --Reino Unido, Alemania, Francia e Italia--, la promoción y éxitos deportivos como el Mundial de Fútbol han impulsado al turismo aunque es difícil medir «en qué porcentaje».

La tasa de paro del sector turístico se sitúa en el 15%, cinco puntos menos que la media nacional (21,5%), por su alto componente estacional, pues el 85% de los turistas que visitan España lo hacen a la costa. Por ello, abogó por la diversificación de productos, en la que ya se trabaja, aunque «no al ritmo que a uno le gustaría», apuntó.

Mesquida también reconoció «cierta ralentización» en el turismo nacional, que supone el 50% de la actividad. Los españoles viajan más por España pero gastan menos por la crisis, tendencia que en septiembre se invirtió con más pernoctaciones. Para el puente de la Constitución, «no hay datos aún fiables».

Ante el anuncio de ETA, el que fuera director de la Guardia Civil y de la Policía mantiene «cierta desconfianza», pero reconoce que será bueno para el turismo en Euskadi, que en los últimos dos años ha logrado registros históricos.

ESPAÑA, BIEN POSICIONADA.

De cara al exterior, España «no debe descuidar sus mercados maduros», como Reino Unido, que aporta el 25% del turismo internacional, pero debe mirar también a mercados emergentes como China, India, Brasil y Rusia.

Así, Rusia superará este año el millón de turistas, entre un 40% y el 50% más, con un gasto por visitante que dobla la media, y Brasil emitirá un 60% más de visitantes.

En cuanto a China, que ha arrebatado a España la tercera posición en llegadas internacionales, será un mercado «muy importante a medio plazo». «Los chinos viajarán en masa a Europa y España será un referente cuando se produzca la eclosión turística desde estos países en cuatro o cinco años», defendió.

China ya ha sobrepasado a Alemania, como primer país exportador del mundo, a Japón como la segunda economía mundial y lo hará en 10 años con EE.UU. como el país con más dólares en sus reservas.

No obstante, defendió el liderazgo mundial de España, que acogerá en 2012 el Día Mundial del Turismo, como segundo país con mayores ingresos por turismo; tercero en organización de congresos por detrás de EE.UU. y Alemania y figurar entre las diez potencias en competitividad.

«NINGUNA NOVEDAD», EN EL PROGRAMA DEL PP.

De las propuestas del PP en materia turística, le sorprende que su programa electoral no incluya la rebaja del IVA al sector, una medida con la que «hizo mucho ruido para desgastar al Gobierno», pero no ve «ninguna novedad».

«Plantean un plan integral pero el turismo ya tiene planes suficientes; la reconversión de los destinos maduros ya debatida con el PP; no hay novedad en la agilización para crear empresas y en el tema de visados se ha avanzando mucho, aunque la solución no depende tanto de España sino de instancias comunitarias», opinó.

Reconoce que coordinar la política turística desde una secretaría general es «más complicado» que desde una secretaría de Estado, con mayor capacidad de influencia y de interlocución con otros ministerios, «lo que no quiere decir que no se pueda hacer».

Sobre su gestión, le gustaría haber avanzado más en la remodelación de los destinos maduros, que «tendrá que abordarse en la próxima legislatura», aunque el Consejo Español de Turismo ya tiene sobre la mesa un plan para ello.

En cuanto a su futuro tras el 20N, todavía no está decidido. «El futuro político lo deciden los ciudadanos, los partidos y las personas que los dirigen, no es un tema que me preocupe u obsesione. Estoy a disposición del partido para desempeñar responsabilidades donde pueda aportar», concluyó.