Las reformas que necesita el hospital de la población nigeriana de Ezillo, consistentes en conseguir un generador eléctrico que asegure la demanda de suministro eléctrico, la perforación de un pozo y la compra de una bomba de extracción para tener agua potable, cada vez tienen más visos de hacerse realidad gracias a la solidaridad que están mostrando los ibicencos con esta iniciativa puesta en marcha por Manos Unidas.

La última se pudo ver en la comida de hermandad que se realizó durante el pasado domingo en el polideportivo de es Cubells.

Éxito de público

Según Francisca Marí, delegada en Eivissa y Formentera de Manos Unidas, «la iniciativa fue todo un éxito ya que acudieron unas 350 personas, lo que obligó incluso a tener que instalar más mesas de las que había previstas para la ocasión».

A ello ayudó también que la propia dirección de la ONG fletó un autobús de la empresa Vilás, que salió a las doce de la mañana de la calle Isidor Macabich y que permitió el traslado de los muchos vecinos que acudieron a la comida.

Además los precios también ayudaron ya que se pusieron precios populares para todos los bolsillos: hasta los cinco años la entrada era gratuita, de 5 a 10 años comer ascendía a 10 euros, y para los adultos la participación era 15.

Con todo ello se dará otro pequeño impulso a la mejora de las instalaciones de este hospital situado en el estado de Ebony, que al este de Nigeria podrá atender si todo va bien a más de 3.000 personas cada años, podrá poner más de 2.000 vacunas e impartir distintos cursos de prevención a las madres que viven en la zona.