Ángel Puig, coordinador de ‘Business Angels’ en Balears, durante la conferencia de ayer. | DANIEL ESPINOSA

Para conseguir entender bien en qué consiste la figura del Business Angels hay que imaginarse una agencia matrimonial un tanto especial. En esta agencia, un hombre o mujer emprendedor acude con la idea de encontrar a su pareja perfecta, aquella que le de estabilidad para su proyecto futuro.

«Somos una agencia matrimonial para casar emprendedores con inversores. Lo que provocamos nosotros desde Business Angels es que haya matrimonio entre las partes interesadas. Si ha habido problemas antes o los habrá después eso no lo sabemos. Si hay algún problema y la historia no funciona, le podemos buscar otro ‘marido'». Con esta definición tan sencilla presentó ayer Ángel Puig, coordinador de la red Business Angels en Balears, en qué se basa esta propuesta de financiación alternativa tan útil en tiempos de crisis.

La web

Este punto de encuentro entre emprendedores e inversores, muy extendido en el resto de España y a nivel internacional, surgió hace un año en Balears y, desde principios de noviembre, el servicio está informatizado, por lo que los trámites para colgar el proyecto y que los inversores que responden al perfil de éste lo vean son mucho más fáciles (los interesados pueden visitar la página web www.banib.es). Desde su creación han recibido un total de 50 proyectos, 26 de los cuales fueron aceptados y tres finalmente cerrados: «No valoramos si el proyecto es bueno o no, pero sí que al inversor hay que presentarle bien la documentación, con cara y ojos».

La principal diferencia entre esta figura y los bancos es que los Business Angels aportan mucho más que dinero, sobre todo conocimientos y contactos. Dentro de esta forma de financiación existen otras propuestas, como la crowdfunding, que consiste en financiar con pequeñas aportaciones proyectos que no necesiten mucho dinero. «Posteriormente no se tiene por qué devolver la aportación en dinero puede ser en producto, por ejemplo», concluyó Puig.