La tasa de 10 euros que todos los usuarios de la sanidad pública balear deberán pagar para obtener o renovar la tarjeta sanitaria a partir de 2012, centralizó ayer el debate de los presupuestos de la Conselleria de Salut, Família i Benestar Social para el próximo año.
El diputado socialista, Vicenç Thomàs, acusó a la consellera Carmen Castro de aplicar un «copago» al hacer pagar la nueva tarjeta sanitaria inteligente, lo que supondrá que el IB-Salut recaude más de 10 millones de euros en dos años.
Por su parte la diputada del PSM-IV-ExM, Fina Santiago, pidió a la consellera Carmen Castro que tenga en cuenta que se deberían hacer excepciones en el pago en el caso de las familias numerosas o de los parados.
Castro insistió en que se trata de una tasa al igual que la que abonan los ciudadanos cuando se hacen o renuevan el DNI y que el «verdadero copago» fueron los millones extras que gastó el pacto para hacer «la montañita de Son Espases» para evitar el impacto visual del hospital.
n Presupuesto «real y creíble». La Conselleria de Salut, Família i Benestar Social contará en 2012 con un presupuesto global de 1.302.900 euros, cifra que supone un incremento del 3,6% con respecto a 2010. Tres de cada cuatro euros de gasto no financiero estará destinado a políticas sociales, afirmó ayer la consellera Castro.

  • Medidas de ahorro. La consellera insistió en que en una situación de crisis económica y con una deuda de la comunidad de miles de millones, el Govern dedicará el próximo año el 35,4% de su presupuesto a la Conselleria de Salut, Família i Benestar Social, lo que ha supuesto «un grandísimo esfuerzo» para asegurar «los servicios públicos básicos del estado de bienestar».
  • IB-Salut. El Servei de Salut cuenta con un 3,27% más de presupuesto que en 2011. Castro garantizó el mantenimiento de todas las prestaciones sanitarias, aunque puntualizó que se llevará a cabo una gestión de recursos con «austeridad y eficiencia», puntualizó la consellera.
  • Infraestructuras. La consellera de Salut, Família i Benestar Social dejó claro, durante su intervención, que no se llevarán a cabo nuevas infraestructuras sanitarias