Pablo Martín y Miquel Ramis, con el presentador Joan Frontera, en el plató del cara a cara. | Pere Bota

Pablo Martín y Miquel Ramis ofrecieron ayer el ‘remake' del debate que hacía una semana habían protagonizado Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba. Los candidatos baleares de la dos principales formaciones políticas de las Islas se apoyaron prácticamente en los mismos argumentos que sus jefes de filas para ofrecer un debate de baja intensidad, muy centrado en la economía y que difícilmente llegó a los ciudadanos de Balears.

La diferencia más perceptible entre lo vivido ayer y lo de hace una semana fue que a Martín y Ramis se le coló en medio el 15-M. Una quincena de activistas se presentó en las instalaciones de IB3 y se pegó la hora de debate pitando y haciendo sonar sirenas. Tanto se les escuchó que hasta el moderador, el periodista Joan Frontera, tuvo que hacer referencia a los manifestantes. Prácticamente fue su única intervención ya que no tuvo que interrumpir a los candidatos en ningún momento.

Antes del cara a cara, unos militantes de EU hicieron una parodia del acto que se iba a vivir dentro en unos minutos. Los candidatos hablaron de economía hasta cuando tocaba hablar de educación. El candidato del PP dibujó un panorama catastrófico y reprochó a Martín su presencia en el Congreso en la legislatura de los recortes. «Ustedes, señores, han creado un estado del bienestar de diseño, de boquilla», aseguró. «Tenemos que escucharle dando datos incoherentes cuando no surrealistas», contestó Martín. Ambos candidatos demostraron soltura en el debate, aunque los nervios delataron al socialista en su intervención final. Aprovechó para hacer una llamada a los descontentos con el PSOE para que piensen que la abstención «no construye hospitales».

En su intervención final, Miquel Ramis miró varias veces a los papeles para asegurarse de que decía exactamente lo que tenía que decir. «¿Quién está mejor preparado para liderar el cambio?», se preguntó. Los ciudadanos de Balears darán su opinión el domingo.