Francesc Antich y Pablo Martín, durante la rueda de prensa. | J. Lladó

El secretario general del PSIB, Francesc Antich, y el cabeza de lista al Congreso, Pablo Martín, valoraron ayer los resultados obtenidos por PSIB con resignación y atribuyendo la abultada derrota a un castigo de los ciudadanos hacia el partido que ha gobernado durante la crisis, al peso de la abstención y también a la disgregación del voto de izquierdas.

Antich, tras dar la enhorabuena al PP y señalar que tanto él como Martín habían hablado con Miquel Ramis para mostrarle su predisposición a trabajar en Madrid por los intereses de Balears, aseguró que «es pronto para sacar conclusiones, pero como está pasando a otros partidos europeos a los que les ha tocado dar salida a esta crisis, los socialistas han salido castigados».

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Sin confusiones

Añadió que «no quiero que nadie se confunda. No se trata de poner simplemente excusas, el partido tiene que analizar con profundidad todo el trabajo hecho en la legislatura y debe hacer sus congresos y mejorar sus respuestas a los ciudadanos. El PSOE no lo ha hecho todo bien, pero hay determinadas circunstancias que han tenido un peso fundamental».
Pablo Martín atribuyó una parte de la derrota en Balears (3 diputados, frente a los 5 del PP), a la «disgregación del voto de la izquierda, pese a que en la campaña indicamos que éramos la única formación de izquierdas que podía tener una mayoría en el Parlamento, muchos ciudadanos han decidido que había otras formaciones de izquierda merecedoras de su confianza».
La portavoz del PSIB, Rosamaria Alberdi, se refirió pasadas las 20.30 horas, a las declaraciones del president Bauzà en el colegio electoral al que acudió a votar, donde animó a votar al PP, afirmando que «Bauzá ha actuado con mal fe y alevosía».