Una de las mujeres que se acercaron hasta la localidad se prueba uno de los sombreros en los puestos del marcado | GERMÁN G. LAMA

Ayer era una mañana de esas propicias para ir de compras aprovechando que estamos en Navidad y que el que más o el que menos siempre tiene alguien a quien regalar algo. Por eso el Ayuntamiento de Santa Eulària puso en marcha ayer por la mañana una feria de comercio en la plaza Isidor Macabich.

La iniciativa fue todo un éxito tanto de público como de participación, ya que en total acudieron a la zona 40 puestos, entre comerciantes, restauradores y artesanos de la Isla. Algo que gustó a muchos vecinos, sobre todo a las mujeres. «Es una buena forma de encontrar regalos curiosos y diferentes a precios asequibles», aseguraba entre risas Lola, mientras su marido Joan intentaba pasar desapercibido entre la gente.

No en vano entre los muchos puestos se podía encontrar desde ropa, con carteles que anunciaban «promociones navideñas desde 10 euros», hasta curiosidades como sombreros, muñecos, broches o llaveros con forma de gato, bandejas y cajas hechas con cartón reciclado o pulseras y colgantes de plata.

Gastronomía para todos

Además también fueron muchas las familias que acudieron con sus hijos hasta la plaza. A todos ellos les ayudó el castillo hinchable que se instaló en una esquina y del que dieron buen uso Juanma, Clara, Oriol, Jorge o Mateu, que no pararon ni un segundo.

Y como después del esfuerzo hay que reponer fuerzas la gastronomía también tenía su lugar. Había productos para todos los paladares, desde comida italiana como la crostata de mermelada que habían traído Daniela y Andrea, a las tapas creativas de Punto Gastro, entre las que había un cucurucho de berenjena crujiente con salmorejo, un buñuelo de sobrasada con miel o un bizcocho de chocolate naranja y algarroba.

Pero sin duda de todos los puestos de comida, el más solicitado fue aquel en el que Víctor, Nerea, Pablo, Oriol o Noelía, estudiantes de 6º de Infantil del colegio Sant Ciriac vendían bizcochos caseros y galletas de chocolate para financiarse su viaje a Port Aventura. Y es que una buena causa mueve montañas y si, además está rica, mucho más.
lManu Gon