Nico Man, en las instalaciones de este periódico, antes de ofrecer la entrevista en la que explica cómo afronta junto a su familia todas las adversidades que les está tocando vivir en los últimos años.

Los padres de niños con cáncer residentes en Eivissa se encuentran no sólo con el difícil trance de hacer frente a esta enfermedad de su hijo sino que se han de desplazar fuera para que los niños reciban el tratamiento. En el caso de Nico Man, con una hija de dos años, se añadió otro problema: un diagnóstico equivocado inicialmente que supuso un problema con la justicia. «La llevamos a urgencias al centro de salud de Santa Eulària porque sangraba y la mandaron a Eivissa, al hospital, diciendo que habían abusado de la niña», explicó. La niña estuvo ingresada en Palma desde noviembre de 2010 hasta abril de este año, pero antes de esto tuvieron que ir a declarar a la Policía, «vinieron a nuestra casa e interrogaron a nuestras familias», recuerda. «Todos decían que había sufrió abusos hasta que la vio el doctor Bartolome Boned, jefe de Pediatría de Can Misses, y le encontró el tumor en el intestino».
A partir de ahí se desplazaron a Palma para que la niña recibiera el tratamiento, primero en Son Dureta, y después a Son Espases. «Mi mujer siempre ha estado con ella», dice. En su caso, se quedaba alojado en los pisos de acogida de Aspanob en Palma. «La asociación nos ha ayudado mucho», dice Man. La estancia de su hija en Palma por la enfermedad le han pasado factura en el trabajo. «Al principio estaba trabajando pero después no podía porque tenía que ir a Palma, venía y trabajaba unos días. Nos hemos ido apañando», explicó. A partir de marzo empezaron los problemas para pagarle los billetes pero seguían los viajes para seguir con el tratamiento y las pruebas. Nico asegura que le adeudan mil euros en billetes de avión. «No he tenido falta de nada, pero lo que no me ha gustado es lo que ocurrió al principio. Si puedo haré todo lo que pueda para que no vuelvan a cometer el mismo fallo, porque no quiero que nadie pase por esto, no se le deseo a nadie».
Nico es una de las 40 familias con niños que padecen cáncer en Eivissa y que han contado con la ayuda de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer. Su situación actual es complicada, ya que, según su presidenta, Eulalia Rubio, les adeudan 300.000 euros de las diferentes instituciones. El Consell d'Eivissa asegura que está pendiente de firmar el convenio. «Existe la voluntad de darle la ayuda y se está tramitando», dice el Consell. Rubio afirma que «se ha pedido un préstamo al banco para pagar los pisos de acogida». Los pisos de acogida de la asociación permite a las familias tener un lugar en Palma y en Barcelona para alojarse cerca de los hospitales en los que están ingresados los niños. En Palma disponen de dos pisos cerca de Son Espases y mantienen otro en Son Dureta ya que allí se siguen realizando tratamientos de radioterapia. Las estancias fluctúan dependiendo del tratamiento y las visitas. De hecho las revisiones se hacen durante diez años.

Festival de Aspanob para recaudar fondos
La Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Balears (Aspanob) celebra la tercera torrada popular este domingo para recaudar fondos que permita el mantenimiento de los pisos de acogida donde se alojan las familias durante los tratamientos o las revisiones.
El acto tendrá lugar en la carpa del Passeig de ses Fonts en Sant Antoni a partir de las 11,30 horas con un festival presentado por Albert de Showsibiza.com. La torrada popular, que tendrá lugar a partir de las 14 horas, tiene un precio de seis euros para adultos y cuatro por niños. A partir de las 15,30 horas está previsto el festival infantil con Chahirulo y sus amigos en la que está prevista la presentación de un vídeo informativo de Aspanob, cuyo lema es «Por la sonrisa de un niño, vale la pena».