Los padres de alumnos del nuevo instituto de Sant Antoni han decidido no llevar a sus hijos al centro, que está a las afueras del municipio, hasta que no se le garantice el servicio del transporte escolar o se le de una solución. De hecho, sólo una quincena de los 78 alumnos que debían ir acudieron ayer al centro en su primer día de clase. Fernando Carrasco, vicepresidente del APA constituida de forma provisional, aseguró ayer sentirse «engañados ya que nos aseguraron que iba a ver transporte escolar; si no todos habríamos pedido plaza para el Quartó». Carrasco aseguró que el lunes les confirmó el director que no iba a ver transporte escolar, lo que supuso una reunión urgente del Apa en la que se acordó que los niños no irían al colegio.
Los padres se reunieron ayer con la alcaldesa de Sant Antoni, Pepita Gutiérrez: «Nos ha dado su apoyo, está haciendo todas las medidas de presión que pueden pero es competencia de la Conselleria d'Educació». Carrasco asegura que «hay niños discapacitados que es imposible que puedan venir y otros niños que viven en Ses Païsses que tienen que ir andando de noche por la carretera porque no hay aceras».
Los padres sostienen que la distancia de Sant Antoni al instituto es de más de tres kilómetros «pero Educació dice que hay 2,6 kilómetros en línea recta y eso quiere decir que pasa por el mar pero que yo sepa no hay ningún puente para que los niños puedan pasar, siempre nos dijeron que había transporte escolar y se han sacado la excusa de los 2,6 medidos con el Google Maps; es penoso». De hecho, los padres aseguran que la anterior delegada, Laura Carrascosa, les aseguró que habría transporte escolar.
Los padres recuerdan que se trata de niños de doce años cargados con una mochila llena de libros «que a las siete de la mañana tienen que andar una hora y volver a las tres de la tarde andando a Sant Antoni; es imposible que un niño de doce años pueda cargar con una mochila de siete kilos durante una hora». Además, Carrasco recuerda que «hay padres que trabajan y otros con niños en el colegio que los tienen que dejar a las ocho; no se pueden dividir».
Más de una veintena de padres protestaron ayer con motivo de la puesta en marcha del centro educativo. Durante la tarde de ayer tuvieron una reunión para estudiar las actuaciones a realizar. La alcaldesa de Sant Antoni, Pepita Gutiérrez, y la delegada territorial, Belén Torres, visitaron ayer el nuevo instituto y mantuvieron contactos con los padres.

Educació busca alternativas al problema
La delegada territorial, Belén Torres, mantiene que, según el plano, hay 2, 7 kilómetros de distancia por tierra, asegurando que «la ley es muy clara y tiene que haber tres kilómetros» aclarando que ella nunca se había comprometido a que hubiera transporte escolar. «No podemos saltarnos la ley», dijo Torres. No obstante, Educació busca alternativas a través del transporte público alargando una ruta para que pueda llegar hasta el instituto. «Tenemos que ver cuántos niños son. Veremos si se puede intentar conseguir un descuento a través del Consell y del Ayuntamiento de Sant Antoni», explicó la delegada, que aseguró que está en contacto con Sant Antoni y con el Consell d'Eivissa para tratar de solucionar este problema.