Los jóvenes protagonistas lo dieron todo sobre el escenario.

Si sobre el escenario aparecen dos pastores que han vencido en el concurso Operación Triunfo de Belén, aunque sea sobornando con 7 ovejas al jurado, es normal que el musical Se Armó el Belén fuera todo un éxito ayer en el colegio Virgen de las Nieves de Sant Jordi.

La obra fue una idea de Iván Domenech, profesor de música del centro y miembro del grupo Ressonadors y líder de Eighties y de ¿Te acuerdas del pop español?, y en ella participaron unos 150 estudiantes de Primaria de todo el colegio que, junto a los profesores, consiguieron elaborar un musical casero pero de gran calidad.

«Aquí no tenemos regidores ni grandes decorados ni escenarios con muchas luces y efectos pero sí mucha ilusión y ganas y, aunque nos ha costado lo suyo organizar todo, creo que el resultado final ha merecido la pena», aseguraba ayer su orgulloso creador tras el ensayo general.

Reparto coral

Dicha ilusión se reflejaba ayer en la cara de todos los niños participantes como Marina y Juri, los encargados de hacer los papeles de la Virgen María y de San José. Sin embargo, según Domenech, «la obra es totalmente coral, como demuestra que todos tienen su protagonismo, desde los pastores hasta los animales del pesebre, la estrella, la luz y la luna, o el ángel».

No en vano, como en el mejor musical de Broadway, cada uno de ellos tuvo sus particulares minutos de gloria. Algo que consiguieron gracias a las originales adaptaciones con letra navideña de canciones tan conocidas como Perdido en mi habitación, de Mecano y que interpretaron los animales; No es lo mismo, de Alejandro Sanz, a cargo de un grupo de pequeños pastores; la canción tradicional mexicana Cielito Lindo, interpretada por las estrellas, la luz y la luna; y por supuesto la súperfamosa Waka Waka de Shakira, que en esta ocasión cantaron los obreros que abren el musical.

Y todo ello en cuarenta minutos, lo que demostró que este Belén... estaba muy bien armado.