La noche de fin de año suele ser propicia para encontrar nuevos amigos y quien sabe si nuevos amores. Este fue el caso de este grupo, que se conoció antes de las doce de la noche, y que estaba compuesto por el sevillano Islam, las francesas Elise, Elodie y Amele, la italiana Emmanuela y los chilenos Felipe y Sebastián. | Mónica González

Victoria es una aspirante a maestra de infantil que desde hace más de 14 años vende castañas en el paseo de Vara de Rey de Vila. Por eso, por delante de sus ojos han pasado mil y una historias de año nuevo y es historia viva de todo lo que ha ido sucediendo durante las Navidades de Eivissa.

Ayer no era una excepción, ya que además, aprovechando que la carpa estaba instalada en el lugar, mantuvo su puesto abierto durante unas horas más y así, desde allí fue testigo de la fiesta que se vivió en la carpa instalada en el paseo desde las doce y media de la noche.

Este fue el lugar escogido por las personas de mayor edad para vivir las primeras horas del año bajo las notas de la Orquesta Paradís, que tan pronto mezclaban con éxito pasodobles tan conocidos como Por la puerta de Alcalá con canciones de las cubanas Gloria Estefan o Celia Cruz o del grupo gaditano Chambao y algunos de los clásicos de David Bisbal o Bustamante, haciendo mover el esqueleto a todos los presentes. Sin embargo, los mayores aplausos llegaron con sus particulares versiones, como uno especialmente curioso del tema de Joan Manuel Serrat, Qué bonito es Badalona, aplicado para la ocasión a la isla de Eivissa.

Y mientras los más mayores disfrutaban con esta música en el paseo y con la bebida surgidas de los refrescos, el agua y las 24 botellas de whisky, 24 de ron y 24 de ginebra que sirvieron durante toda la noche Pepe y Óscar, los más jóvenes decidieron un año más acudir a la zona de los pasajes de la zona de es Pratet de Vila.

Los distintos locales de esta zona de Eivissa, que cobraban hasta diez euros por entrar, estaban llenos hasta la bandera de jóvenes vestidos de gala con trajes y corbatas ellos, y con vestidos como para ir de boda ellas, como Jordi, Sebas o Miquel, unos asiduos a la zona y que aseguraban que llegaban «con muchas de pasarlo bien y darlo todo» durante la primera noche del año.

Además como suele ser habitual también hubo tiempo para nuevas amistades y quien sabe si nuevos amores. Este fue el caso del grupo que se formó antes de las doce de la noche y que estaba compuesto por las francesas Elise, Elodie, Amele, los chilenos Felipe y Sebastián, la italiana Emmanuela y el sevillano Islam, que tras brindar por la calle decidieron ir a seguir con la fiesta en la discoteca Pacha.

Mientras esto sucedía en Eivissa otros lugares de las Pitiüses no fueron una excepción y así hubo fiestas para todos los gustos y bolsillos hasta bien entrada la mañana del 1 de enero.

Fiestas en las dos islas

Así, por ejemplo en Sant Antoni también fueron muchos los que se animaron a acudir a la carpa instalada por el Ayuntamiento en el Passeig de ses Fonts para disfrutar con las canciones de todos los estilos que interpretaron la Banda Puig y que pincharon los distintos dj’s invitados para la ocasión.

De igual manera, también fueron muchos los que se animaron a acudir hasta Sant Josep, Puig d’en Valls o Cala de Bou para iniciar con alegría el año en las distintas fiestas gratuitas organizadas en carpas, centros polivalentes, o como en el caso de Santa Eulària, en el Punt Jove, situado en lo que era la antigua discoteca Estudio 64 y donde se vivió música de todo tipo gracias a los dj’s que acudieron hasta el lugar.

Además Formentera tampoco fue una excepción y en la menor de las Pitiüses también hubo fiesta para todas las edades. En este caso los vecinos de la Isla pudieron disfrutar en la carpa municipal, instalada en la plaza de la iglesia de Sant Ferran, con la música en vivo del concierto que ofrecieron The Milkers y con la música electrónica que aportaron durante toda la noche distintos dj’s locales.

Y es que ayer cualquier excusa era buena para disfrutar de la noche hasta que el cuerpo aguante y llegar hasta por la mañana. Muchos lo consiguieron y, aunque, en algunos casos los aspectos no eran los mejores, pudieron comenzar el año tomándose un buen desayuno a base de chocolate y churros. Eso sí, de las corbatas y los tacones ni rastro hasta el año que viene.