Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron en barco a Santa Eulària acompañados de sus pajes y con un bello atardecer de fondo. | Marco Torres

Probablemente muy pocos niños de Santa Eulària se quedarán sin regalos durante la noche de Reyes viendo como estaban de cargadas las carrozas y los coches que participaron ayer en la cabalgata del municipio.

Sin embargo, un año más Melchor, Gaspar y Baltasar se hicieron esperar en su llegada al puerto. Algo que no parecía importar a las cerca de 500 personas que acudieron al lugar ya que, entre otras cosas, por allí estaba Vicente, un clásico en esto de animar a los niños lanzando al aire sus cerca de dos docenas de cohetes.

Afortunadamente la espera no fue mucha y sus majestades de Oriente llegaron bien a puerto en su barco coronado con la Estrella de David y bajo el himno de España, interpretado por la Banda de Cornetas y Tambores de Santa Eulària.

Allí les esperaban multitud de niños emocionados que apenas podían decir «¡mamá, mamá, están ahí, están ahí», y que, en su trayecto hacia sus carrozas, les besaron, dieron la mano, se fotografiaron con ellos e, incluso, les gritaban «¡Baltasar, tú eres el mejor!».

Tras superar este pequeño camino, sus majestades de Oriente llegaron hasta sus respectivas carrozas (roja Melchor, amarilla Gaspar y verde Baltasar) para iniciar el camino por las calles en compañía de las antorchas que llevaban sus pajes. Un recorrido plagado de caramelos, emoción e ilusión por parte de los más pequeños, que les llevó, previo paso en la Iglesia, hasta la Plaza de España, donde tuvieron un caluroso encuentro con los pequeños.