Tres exaltos cargos del Govern de Jaume Matas apuntaron al expresidente como el ‘cerebro' de la triquiñuela para pagar con fondos públicos al periodista que le escribía los discursos Antonio Alemany a través de un concurso público simulado, por el que percibió 483.616 euros mediante diversos contratos y subvenciones.
La exsecretaria general de la Conselleria de Relaciones Institucionales Dulce Linares, la exjefa de Gabinete de Matas María Umbert y el exdirector general de Comunicación del Govern, Joan Martorell, descargaron en Matas la responsabilidad de poner en marcha un supuesto ‘concurso pantalla' ficticio para favorecer a Alemany. Linares y Umbert por la mañana, Martorell y el administrador de Nimbus Publicidad, Miguel Romero, por la tarde, fueron los primeros acusados en declarar en el juicio de la primera pieza separada del ‘caso Palma Arena'.
Delitos
La Fiscalía Anticorrupción y la abogacía de la Comunitat Autónoma, que ejerce la acusación particular, acusan a los encausados de los delitos de malversación de caudales públicos, falsedad en documento oficial, prevaricación, tráfico de influencias y fraude a la Administración. Las penas totales que solicitan las acusaciones ascienden a 23,5 años de cárcel.
«Quién podía tener interés en un sistema (de contratación) tan alambicado?», le preguntó el fiscal Juan Carrau a Dulce Linares en un momento del interrogatorio, a lo que la exjefa de gabinete respondió: «A quien se presta el servicio (Matas) y quien lo cobra (Alemany)».
Tanto Linares como Umbert coincidieron en sus declaraciones en que la contratación de Alemany fue «ordenada» por Matas y también afirmaron que ‘sospechan' que el concurso ficticio lo puso en marcha el expresidente. A preguntas del fiscal de si algún subordinado de Matas se habría «atrevido» a «toda esta contratación pantalla» por la cual Alemany recibía unos 4.500 euros al mes, Linares ha respondió tajantemente que «no».
Joan Martorell, por su parte, declaró por la tarde que si autorizaba las facturas mensuales que percibía Alemany por la redacción de los discursos de Matas era «para cumplir las instrucciones del expresidente de no poner objeción a las peticiones de Alemany», a pesar de que se trataba de pagos efectuados de forma presuntamente irregular.
El exdirector general de Comunicación del Govern de Matas dijo que fue en 2005 cuando se enteró de que el concurso convocado en 2003 para contratar un servicio de asesoría externa, adjudicado a la empresa Nimbus, iba en realidad dirigido a retribuir los discursos que Alemany elaboraba parael presidente por unos 4.500 euros mensuales. «Matas tenía una capacidad de trabajo y de control que no se movía nada sin que lo supiera o lo pidiera», concluyó.