Las actividades de ayer se hicieron en un paraje con unas vistas increíbles:Cala d’Aubarca

Para subir hay que llevar la cuerda entre las piernas pero luego para bajar ésta tiene que ir en un lado», se desgañita Beatriz Payá, directora de la Escuela Balear de Espeleología desde la cima de una roca mientras abajo escuchan muy atentos Marc, Carmen, Toni, Yolanda o Sandra.

Unas indicaciones que no son para tomarse en broma, pues en breve todos estos aplicados alumnos estarán descendiendo a algunas de las muchas cuevas que hay en Eivissa como parte de uno de los tres cursos de espeleología que organiza Ibiza Mundo Activo.

«Hoy (por ayer) estamos en el primer día de este curso y en él aprenderán todo lo que es el material y la técnica básica de progresión vertical y de descenso», asegura la propia Beatriz, mientras está pendiente de las evoluciones de algunos de sus alumnos.

Espíritu de aventura

En total son ocho los que se han animado a apuntarse a este curso movidos principalmente por, como asegura Beatriz, «su sentido de la aventura y por la emoción de encontrar sitios desconocidos y misteriosos que siempre provoca una actividad como la espeleología».

Además se da la circunstancia de que es un deporte que, según la directora de la Escuela Balear de Espeleología, puede realizar cualquiera que tenga un mínimo de fuerza y ganas para pasarlo bien. Incluso, según Beatriz, «que cualquiera se puede animar se refleja en que, incluso, hay algunos lugares de España donde se han dado las circunstancias precisas para que pudieran practicarla personas con discapacidad».

Incluso no hay que temer a la claustrofobia o al miedo a los espacios cerrados. «Si alguien piensa que no puede ir por eso, que no se preocupe lo más mínimo porque una vez dentro, no se siente nada de eso, ya que la sensación que vivimos los aficionados a la espeleología es como entrar en un castillo con muchas habitaciones, en las que siempre está la luz apagada a no ser que lleves tu propia luz», asegura la coordinadora del curso con una gran sonrisa.

Práctica y teoría

Sin embargo a estos ocho valientes, antes de embarcarse en la aventura de descubrir el interior de cuevas ibicencas como Es Regals, les queda un largo camino por delante en el que aprenderán nociones básicas. «Antes de nada, lo importante es que se acostumbren a superar distintos obstáculos y los problemas que se pueden originar y cómo reaccionar ante ellos», asegura la monitora colgada de una de las cuerdas que lleva hasta el punto más alto de la roca.

Para conseguirlo los inscritos vivirán experiencias como las de ayer en Cala d’Aubarca y en distintos lugares de la Isla y también clases teóricas que se imparten entre semana. En este sentido y sobre el éxito de inscripción de ellos, Beatriz asegura que «se debe a que la gente estaba esperando con ganas que organizáramos estos cursos de espeleología, porque el año pasado no pudimos hacerlo al estar yo embarazada».

Además, también a todo ello ayuda que al final del curso se hará un viaje final a Formentera dónde, la directora de la Escuela Balear de Espeleología asegura que «se pondrá un broche de oro pudiendo entrar dentro de cuevas tan preciosas y llamativas como la Cova de Can Ferrando o la Cova d’en Xeroni».

Un punto final perfecto para este viaje a las entrañas de las Pitiüsses que comenzó ayer casualmente con actividades al aire libre y en un entorno envidiable como es Cala d’Aubarca. lManu Gon