Entre los muchos productos tradicionales de la Comunidad Valenciana la gran estrella siempre es la paella.

La carpa de Sant Antoni destilaba ayer sabor valenciano por sus cuatro costados. Tal es así que muchos de los que acudieron hasta allí durante la mañana seguramente dudaron durante algunos segundos si estaban en Eivissa o en algún pueblo de la Comunidad Valenciana.

Los culpables de esta pequeña metamorfósis fueron los cerca de 25 miembros de Nostra Falla, la Asociación Cultural Valenciana de la localidad. «Llevamos trabajando desde el viernes y desde las ocho de la mañana del sábado para que todo esté a punto», aseguraba con rostro cansado pero feliz Sandra Borras, presidenta de la asociación minutos antes de la apertura.

Dulces y salados

Finalmente el trabajo mereció la pena porque todo el mundo que acudió salió con buen sabor de boca gracias a productos tradicionales valencianos como la longaniza de pascua, el queso, chorizo y salchichón de pueblo, los altramuces, y los dulces pastisset de moniato, coca verge, coca cristina, o una de las novedades de este año, coca d’arrop.

Y por supuesto, entre tanto producto valenciano no podía faltar la paella. La encargada de cocinarla fue una vez más María Eugenia, toda una experta en estas lides, y que para la ocasión había preparado «un arroz con agua de Valencia, pollo, conejo, judías verdes y sobre todo mucho amor, el gran secreto de este plato».

Un amor que se transmite de padres a hijos, porque como aseguraba Sandra Borrás, «aunque llevo desde los cuatro años viviendo en Eivissa y me siento muy de aquí, también soy valenciana y me encanta estar con la que considero mi gente enseñándoles otra cultura que también siento como mía».