La asamblea de taxistas de Vila rechazó ayer en una ajustada votación, hubo seis votos de diferencia, la instalación del sistema GPS hasta que no exista legislación al respecto o se les obligue por parte de la administración, según informaron algunos de los asistentes. Vicente Prats, miembro de la directiva del colectivo de Vila, aseguró que esto acaba con todo el trabajo que se había hecho hasta el momento para obtener un sistema conjunto para toda la Isla y reducir así los costes: «Ahora tendremos que esperar a que exista una obligación y haya una licitación o se saque a concurso», apuntó.
En la asamblea de Sant Josep, por su parte, sí se aprobó la instalación del sistema GPS, según confirmó el presidente Juan Carlos Marí. Aún así, y después de conocer el resultado de Vila por este mismo periódico, apuntó que debería celebrarse otra reunión para determinar qué hacer: «Ahora con el rechazo de la asamblea de Vila, no sé lo que haremos porque esto nos modifica todo lo que eran precios, tarifas y demás», apuntó Marí, que confiaba en que el colectivo de Vila, el más numeroso con 124 asociados, diera el visto bueno. Durante el día de hoy está previsto que se celebre la asamblea en Sant Antoni.