El empresario Abel Matutes no ceja en su empeño de construir un campo de golf en Platja d'en Bossa. Aunque dice que el proyecto ha sido «seriamente perjudicado» por la construcción de la autovía al aeropuerto y de la balsa de drenaje, está estudiando presentar otro de menor extensión y que se aleje del parque natural de ses Salines. Para ello incluso sacrificaría «solares urbanos» para hacer un golf de «primerísima calidad que contribuya a atraer a un turismo de mayor nivel y a alargar la temporada».

El empresario considera que hay que seguir el modelo de la Costa Azul francesa, que se reinventó cuando España irrumpió con precios más baratos. «Necesitamos hacer un plan de excelencia en Platja d'en Bossa a base de oferta complementaria, de golf, de congresos, de eventos y de puertos deportivos», indicó el exministro, que no espera contar con ayuda financiera pública para ello, pero sí para que le proporcionen un marco legal que acorte plazos y fomente la inversión.

El campo de golf seguiría teniendo 18 hoyos pero sería algo más pequeño que el inicialmente proyectado, ya que renunciaría a las fincas más cercanas al parque natural. «Quedamos incluso fuera de la zona de protección que rodea el parque, no lindamos con él», aclaró Matutes, que indicó que estos terrenos probablemente se ofrecerán al Ayuntamiento de Sant Josep para «espacios de recreo». «Está claro que ya no será un golf de gran tirada. Será para dar paseos, para practicar, pero no para torneos de la PGA», agregó.

El «mejor vecino»

Preguntado por el impacto ambiental de la iniciativa, el empresario indicó que el único que hay es que el anterior Govern permitió que la zona se convirtiera en «un vertedero». «Sembrar olivos, almendros y césped es el mejor vecino para un parque natural», defendió Matutes, que ya ha enseñado el borrador a los nuevos gobernantes del PP y ha recibido «una buena acogida».

El plan también incluye más acciones, como trasladar el economato y la lavandería del grupo Fiesta Hotels que hay junto al Space para llevarlo al lado de la carretera al aeropuerto y construir en ese espacio que quedará libre un centro comercial aprovechando el flujo de gente de «20.000 personas» que hay entre el hotel Ushuaïa, la discoteca y Aguamar.

Detrás se levantaría un centro empresarial porque los dos edificios de oficinas de Empresas Matutes en Vila «se quedan pequeños», ya que gestionan «hoteles de todo el mundo». Asimismo, se prevén zonas de aparcamiento en todo el espacio. «Platja d'en Bossa será lo que querían que fuera la Platja de Palma y que creo que no será finalmente; lo que hay que hacer es confiar en empresas solventes», aclaró.

Matutes explica que su día se quiso «enterrar el proyecto» por parte de gobiernos que solo decían «no». De hecho, asegura que se quiso «acabar de amputar el golf» construyendo una balsa de drenaje en sus terrenos, cuando «estaba perfectamente previsto que el agua pudiera circular por tuberías por los propios lagos del golf para desembocar en el torrente de la Sal Rossa». De hecho, asegura que el último pago que hizo el Govern progresista fue para esta expropiación.

Recordó además la visita que le hizo Antich en 2010, cuando le urgió a comenzar nuevos proyectos y le gustó el del Ushuaïa. «Queríamos abrirlo en 2012 pero me conminó a tirar adelante y lo tuvimos listo en 2011», explicó Matutes, que asegura que el campo de golf en sí «no es rentable», pero con ello y con el puerto de es Viver pretenden mantener tres o cuatro de sus hoteles abiertos durante todo el año y ofrecer más trabajo.

Es por ello que pide a los sindicatos «coherencia» y que apoyen el golf y los puertos deportivos en la reunión que mantendrán con el presidente del Consell próximamente, por ser iniciativas que darán empleo. «Hemos sido pobres mucho tiempo y nadie nos garantiza que no podamos volver a serlo, hay que ser solidarios y salir de la crisis entre todos, no dejar que prosperen envidias y zancadillas», añadió.

Dice que la UTE no ha demostrado que hubiera «un pacto» sobre la tierra

Matutes insistió en que nunca ha querido la tierra de las autovías para el golf y que autorizó dejarla ahí «provisionalmente» y «gratuitamente» para no empeorar el tráfico. No comparte la sentencia del Tribunal Supremo que confirma que pactó con la UTE constructora usar la tierra para el golf. «Nuestro proyecto no precisaba aportación de tierra; ellos nos dijeron que si podían dejar algo y dijimos que lo estudiaríamos, pero que a priori no», indicó el exministro, que finalmente llevó a la UTE a los tribunales, pero no ganó. «Hay sentencias que uno no comparte y la Justicia está así por cosas como ésta», lamentó Matutes, que asegura que la tierra era pública. «Es como si un tribunal hubiera dicho que me habían vendido la estatua de Vara de Rey», señaló el exministro, que cree que la constructora «no ha probado» con documentos el pacto y niega haberle dado un plano sobre cómo repartir la tierra para el golf.«Estos señores son unos ‘caras'. Han cobrado por transporte a vertedero y confío en que el Govern les hará cumplir y que cada año les descuente parte del dinero», añadió el exministro, que asegura que esta polémica les ha «perjudicado» y que la UTE se ha lucrado porque «vendía la tierra a buen precio». Eludió hablar de estafa, pero consideró que tienen una absoluta «falta de seriedad» y criticó al exconseller Carbonero porque incumplió «20 veces» las promesas que le hizo.