El diputado popular Enrique Fajarnés destacó ayer que uno de los puntos más importantes de la reforma de la Ley de Costas de 1988 anunciada por el Ministerio de Medio Ambiente tiene que ver con la flexibilización de la normativa en lo que respecta a los chiringuitos de playa.
Según Fajarnés, aunque aún no se puede concretar debido a que el Ministerio está trabajando en ello, «la idea es flexibilizar para que los chiringuitos no se tiren como pretendían los socialistas en un momento determinado». «Nosotros no vamos a derribar chiringuitos, pero ahora no puedo especificar si van a tener ocupación de cien o doscientos metros, o si el material va a tener que ser sabina o de pino. Es lo que veremos exactamente cuando salga de la reforma de la Ley y los posteriores reglamentos que haya», aseguró, al ser preguntado sobre cómo afectará la reforma legislativa a los restaurantes de la playa de ses Salines, cuyo derribo está previsto en el proyecto de recuperación dunar y de eliminación de impactos negativos de esta zona, según había anunciado al Demarcación de Costas de Balears en la anterior legislatura. Una propuesta que también dejaba la puerta abierta a la reedificación pero según las condiciones de la actual Ley de Costas, que indica una ocupación máxima de 150 metros cuadrados por establecimiento.
Al respecto, Fajarnés afirmó que aún no puede entrar «en temas particulares». «Pero no se puede obviar que los chiringuitos, dentro de unas normas que hay y que habrá, han hecho un servicio fundamental al turismo como oferta complementaria en las Islas y en toda la costa española», agregó.
Por último, el diputado indicó que otra cuestión importante de la reforma es la mejora de la seguridad jurídica de los titulares en la costa, una cuestión que en el caso pitiuso responde, sobre todo, al deslinde de Formentera.

«No se va a dejar construir más, ni mucho menos»

Fajarnés insistió en que la reforma dará solución a los deslindes «sin dejar de lado la protección». «No se va a dejar construir más, ni mucho menos», agregó.
Por su parte, el senador José Sala confía en que la reforma «respete las viviendas construidas legalmente en las zonas de costas»; algo que afecta «especialmente a Formentera», indicó.
Fajarnés destacó que hace un año que los grupos parlamentarios del PP trabajan en esta ley.