Parte de los 25 miembros que forman parte de la Asociación de Policías Motoristas Ángeles Guardianes ayer junto a su sede del Ibiza Club de Campo | Marco Torres

Los motores de las potentes motocicletas de los miembros de los Ángeles Guardianes de Ibiza rugen con fuerza cuando se acercan al Ibiza Club de Campo asustando a algún que otro niño que ha acudido a dar clase. Sin embargo, estos ‘moteros’ uniformados con sus ‘chupas’ negras repletas de insignias no dan el perfil de los motoristas violentos y pendencieros que se ven en las películas de Hollywood.

Más bien todo lo contrario, ya que si por algo se caracteriza este grupo creado en el año 2007 como una delegación de los Ángeles Guardianes, que tiene su sede principal en Valencia, es por su trabajo solidario.

Cena para Lorca

De hecho, y tras dar paseos en moto a los niños con discapacidad de la Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Eivissa y Formentera (Apneef) el pasado 18 de diciembre, esta noche han organizado una cena benéfica en el Club Náutico Ibiza para cerca de 90 personas con el fin de recaudar fondos para los damnificados del terremoto de Lorca.

La idea nació, según Juan Pérez, secretario de la asociación, de sus compañeros de Murcia que pidieron colaboración a la delegación ibicenca para ayudar a sus paisanos, y por eso, todo lo que se recaude del precio del cubierto y de la rifa de los regalos que han aportado empresas y particulares de la Isla irá para los lorquianos.

Algo que demuestra uno de los valores de los que presume la Asociación de Policías Motoristas Ángeles Guardianes de Ibiza: la camaradería y la amistad que hay entre sus miembros. Según su responsable de comunicación, César Sánchez, «somos 25 miembros, 7 de los cuales forman parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, y todos nos llevamos muy bien porque nos une el objetivo principal de disfrutar sanamente del mundo de la moto, sin drogas y sin alcohol cuando conducimos, dando sólo positivo de Fanta naranja».

Una circunstancia que se puede comprobar todos los domingos por la mañana, cuando quedan en la sede para recorrer distintos lugares de la Isla con sus máquinas. Pero no sólo se quedan aquí las motocicletas de estos ‘moteros’ solidarios, ya que también han viajado a distintos lugares de la Península, como Cuenca, donde fueron recibidos por el mismísimo alcalde de la ciudad, Francisco Javier Pulido.