Uno de los podencos capturados, en un estado totalmente lamentable.

El Ayuntamiento de Sant Josep en colaboración con la Policía Local y el Seprona llevó a cabo ayer la segunda y última operación de retirada de la jauría de perros de es Cubells.
Según informó el Consistorio, operarios de la Fundación Natura Parc se desplazaron por segunda vez a Eivissa para atrapar a un grupo de 15 podencos que no pudieron llevarse el pasado viernes cuando se inició la campaña.
En total se calcula que la jauría estaba compuesta por más de 40 perros «que viven en una situación de semi abandono en esa zona desde hace años y que han sido denunciados por los vecinos y las autoridades en muchas ocasiones». «De hecho, la recogida de perros de hoy se lleva a cabo a instancias del juzgado que determinó que el propietario, acusado de un delito de maltrato animal, sufre una enfermedad mental y ha ordenado la retirada de los perros», recordó el Consistorio.
Por su parte, el concejal de Medio Ambiente, Juan Ribas, explicó que la campaña se había planteado con estas dos intervenciones que no se hicieron públicas con anterioridad debido a la importancia de «la discreción» en estos casos. «Porque si este hombre pega un silbido se los queda todos», destacó el edil, sobre el propietario de los podencos. Aún así, señaló que «seguramente» no se han capturado todos los perros «porque muchos son mayores, viven en el bosque y son salvajes y de vez en cuando bajan a la zona». Aún así, indicó que «no se verán tantos perros por la carretera» como antes.
Ribas lamentó «el estado deplorable» en el que están los animales. «Están muy mal, sarna, heridas, algunos ciegos de un ojo. El veterinario que vino de Palma dijo que en su vida había hecho una intervención tan lastimosa», señaló, y calculó que por su mal estado muchos no sobrevivirán. «Hemos sacado cerca de 40 perros y no creo que se salven diez. Pero cuando finalice el operativo nos harán un informe detallado de todo», agregó y recordó que todos los perros capturados han sido trasladados a Mallorca en donde la Fundación Natura Parc se encargará de darlos en adopción.
Por último, Ribas aseguró que la campaña costó 17.000 euros, que se repercutirán sobre el propietario, que a su vez se ha declarado «insolvente».
Asimismo, el edil remarcó que «de tanto en cuanto se hará un control para ver si en ese recinto hay más perros o no» porque el propietario «tiene la obsesión de la tenencia», lamentó el edil.