Cada vez se hace más frecuente ver por carreteras poco transitadas de Eivissa a los aficionados al ‘skiking’. | Marco Torres

Se ponen un casco, se colocan unos patines en línea, se arman con unos bastones de esquí y se lanzan a disfrutar de los paisajes de Eivissa. Son los aficionados al skiking, un entretenimiento que está causando furor en Alemania y que, ahora, está irrumpiendo con fuerza en Eivissa.

Los culpables de ello son los alemanes Tobías Schäfer y Sven-Oliver Puch, que un día decidieron exportarlo desde su país natal hasta la Isla, siendo los primeros en hacerlo en todo España. «En nuestro país los skikes cada vez tienen una mayor aceptación porque allí nos encanta hacer esquí, y cuando se acaba el invierno y no hay nieve, este deporte nos ha ofrecido una alternativa para seguir haciéndolo», asegura Tobías, mientras se coloca el material.

De todo ello, la parte fundamental son sus patines. Según sus promotores «son algo más que los tradicionales patines en línea, ya que tienen un chasis robusto, un efectivo sistema de frenos y unas ruedas neumáticas de 15 centímetros delante y detrás, que hace que sea muy difícil resbalarse y caerse».

Por eso ambos aseguran que no hay ningún tipo de suelo en el que no se pueda practicar este entrenimiento. «El skiking está pensado para todo tipo de terrenos, desde el asfalto a los caminos y se puede aplicar a distintas actividades como el fitness nórdico en los bosques, el trekking en los senderos o las carreteras poco transitadas de la Isla», afirma Tobías justo antes de empezar su marcha.

Para demostrarlo Tobías y Sven-Oliver explican todos los sábados el funcionamiento de esta actividad en el puerto de Santa Eulària a partir de las 15,00 horas. «Aprenderlo es muy fácil y apenas se necesita una hora para aprender lo básico ya que gracias a los patines que se llevan es muy seguro y tranquilo», aseguran con una gran sonrisa los dos alemanes.

Por eso, desde hace un año también organizan excursiones para conocer la Isla mientras se disfruta de este deporte. Según Tobías, «en verano solemos tener nuestro centro de operaciones en Cala Pada, pero durante el invierno, en cuanto el sol acompaña y hace buen tiempo, organizamos rutas que están pensadas para todos los públicos, de una hora y media de duración, como una por Cala Nova, otra por la zona de Atzaró y Sant Mateu, y una que llamamos ‘Juanito’ y que consiste en recorrer durante cinco horas lugares donde además del paisaje se puede disfrutar del mejor queso manchego y el mejor jamón serrano»

Todo ello gracias a unos patines especiales, unos bastones de esquí, un casco y ganas de hacer deporte. Así de sencillo.