El pavimento del centro de salud de Santa Eulària motivó quejas. | Marco Torres

El paciente dice qué cosas no funcionan bien y, de hecho, varia de las reclamaciones han supuesto una intervención directa del Área de Salud. «Hay que analizar cuantitativamente las reclamaciones», apunta Begoña Pardos, la responsable del servicio de atención al paciente. De hecho, las quejas motivaron la compra de un dispensador de turnos en el centro de salud de Vila para evitar malentendidos e incluso peleas en la cola. «Hay que utilizar la información tan valiosa que nos dan los pacientes con las reclamaciones y sugerencias», añade.
Las reclamaciones no son sólo por temas sanitarios, como retrasos en la ambulancia o que no se dispense un medicamento, sino también por temas arquitectónicos. De hecho, una reclamación por una caída de pacientes en la entrada del centro de salud de Santa Eulària determinó el cambio del pavimento por el suelo resbaladizo. «Las reclamaciones sirven para mucho», comenta Pardos. Además, otra paciente resbaló a la salida del hospital Can Misses por el estado de una baldosa. «Puso una reclamación por escrito, hablé con servicios técnicos y la dirección y cambiaron el firme del suelo estropeado», comenta.
La puerta del ascensor del centro de salud de Vila también fue motivo de quejas ya que cerraba demasiado rápido. «Ralentizamos el cierre de la puerta. Las reclamaciones sirven», destaca la responsable del servicio, que destaca la importancia del recurso para mejorar no sólo la asistencia sanitaria al paciente.
También el cobro del servicio de televisor por dinero no devuelto es otro de los motivos de las quejas que «siempre se han resuelto», precisa.
El servicio de traslados, que se ocupa de los traslados programados y de las prestaciones, también origina quejas por la burocracia y, sobre todo, por el tiempo de espera. «Han descendido las quejas y ha mejorado porque han puesto en marcha un nuevo programa informático y ha agilizado mucho», apunta.
El servicio de atención al paciente no se limita sólo a recibir las reclamaciones y quejas de los pacientes sino que también hace otras funciones más burocráticas como la gestión de citas para la resonancia magnética o entrega de documentación a los pacientes de pruebas hospitalarias.